Capitulo 35

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Llegamos al lugar y le dije a Carla que se subiera al coche y esperara dentro con Ana.

-Majestad, pero mi deber es cuidarla -fruncí el ceño -Letizia no seas terca.

Sonreí -tu misma trajiste  los guardias que están custodiando el lugar - extendí mirando el lugar, además nuestros espías están atentos, a cualquier cambio.

-Let cuídate si -me abrazo con un poco de dificultad con el brazo que aun seguía recuperándose.

-Estaré bien -me aleje y mire al auto donde estaba Ana -cuídala una vez que Edward suba al auto manejas sin mirar a tras.

Me aleje y camine al punto de encuentro dejando a Car desconcertada, ella grito mi nombre pero no me de tuve, pude lograr ver a Adam sosteniendo a Edward, que al verme bajo la cabeza.

-Mi reina, sabia que vendría.

-Es un comentario muy tonto sabias -le interrumpí, con los ojos le indique que soltara a Edward.

-Piensas que no se que están los guardias del palacio aquí -me miro enojado.

-Al parecer no eres tan tonto y tu crees que yo no se que tus hombres no están aquí -me burle.

-Amo eso de ti cariño -irónicamente sonreí.

Él me extendió su mano y yo me acerque, cuando vi que soltó una mano de Edward, me acerque más.

-Mamá -Edward se dio cuenta lo que estaba haciendo.

-Quiero que corras hacia el auto, no te vas a detener esta bien -dije finalmente -llegaras sano y salvo a casa esta bien.

Él asintió derramando una lagrima, sonreí y tome la mano de Adam, al instante golpee la mano de Adam que sostenía a Edward, gire y con toda mi fuerza empuje a mi hijo a que corriera, mas cuando intente correr yo también Adam me sostuvo.

-No sabes cuanto me puse triste cuando desapareciste hace años, ahora no te dejare ir que te tengo.

Cuando termino de hablar lo golpeé fuerte y salí corriendo, pero no medí que Adam me persiguiera y mas aun que Ana corriera hacia mi. Me detuve de correr al oír el gatillo de un arma, gire y vi a Adam apuntar a Ana, corrí lo mas que pude y cuando escuche el disparo me coloque delante de Ana abrasándola y el impacto de la bala en mi cuerpo hizo que cayéramos al piso.

-Mamá estas bien -se apresuró a decir Ana.

-Ana corre al auto -grite -vete.

-Pero...

No deje que dijera más  y me pare empujándola a correr. Y tome una gran decisión al ver a Adam acercarse.

-Los príncipes están a salvos -comuniqué por el intercomunicador que me dieron los guardias del palacio -escóltalos al palacio.

-Majestad y usted.

Sonreí y empecé a caminar hacia Adam -Al parecer Antonio tiene que tomar una decisión, pueden irse.

Me quite el intercomunicador de la oreja y la tire al suelo, corrí al mismo tiempo que me quitaba el chaleco antibalas.

-Eso es lo que amo de ti hermosa -Adam  sonrió -siempre tan precavida.

-Pero que pena que el sentimiento no es correspondido -frunció el ceño.

Le di un golpe en la mano que sostenía el arma, habiéndole inmovilizado olvide un pequeño detalle.

-Porque soy tan olvidadiza -sacudí la cabeza.

-Las manos arriba -me apuntaron con armas sus aliados.

La reina de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora