Capítulo 33

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ANTONIO*****

Desde que vi a Adam acercarse a Letizia me dio mala espina, hace un corto tiempo que no la veo en la fiesta.

-Ana viste a tu madre -ella negó.

-Creo que fue a los jardines, ya debe estar regresando.

Me acerque y le di un beso en la frente.

-No vayas a ir a ningún lado sin guardias esta bien.

Ella asintió y se fue con sus amigas. Busque a Amelia y me acerque a su mesa donde se quedaba mi otra hermana América, sus hijos y amigos.

-Amelia puedes vigilar a Ana por favor, voy a salir a buscar a Letizia, tenemos que despedir a algunos invitados.

-Claro, no hay problema.

Camine con dirección a los jardines, pero algo me decía que fuera por el camino de los pasillos, camine tranquilamente, pero cada vez que me acercaba a una curva, los pasillos estaban sin iluminación, me pareció raro, acelere mis pasos.

Cuando me acerco puedo ver a Adam acercándose a Letizia y lo que más me molesto fue ver que la estaba agarrando de la mandíbula fuerte. La sangre se me calentó y apreté mis puños.

-Suelta a mi esposa -grite, cuando vi que la iba a besar.

Me acerque furioso y le di una buena derecha que le boto al suelo, antes de lanzarme encima suyo, trate de canalizar mi ira y decidí llamar a los guardias.

-Cabellos dorados -escuche su voz muy baja de Letizia y me gire.

La vi caer y antes de que su cuerpo chocará contra el piso, reaccione sujetándola la cargue en mis brazos, se había desmayo.

-Guardias -ordene -llévenlo ante el jefe de guardias él sabrá que hacer.

Asintieron y se fueron llevando al prisionero.

Sujete el cuerpo de Letizia con cuidado y al querer acomodar su cabeza en mi hombro, me di cuenta de que su rostro estaba golpeado.

-Hijo de... -calle antes de soltar una palabrota -Lo siento por haber llegado tarde.

La lleve a su habitación y con cuidado la deje encima de su cama, fui al baño y saque un botiquín, agarre el bote de alcohol y algodón.

Lo lleve a su nariz y después de unos segundos empezó a reaccionar.

-Déjenme dormir -se quejo y se dio la vuelta encogiéndose en su cama.

Me reí muy fuerte por su actitud, cuanto extrañaba verla así.

-De que te ríes -dijo abriendo sus ojos y sobándose sus ojos.

Yo simplemente sonreí y ella paso su mano por su rostro mientras se sentaba en la cama, puso una cara cuando topo el golpe que recibió en su rostro.

Su caro cambio de sonámbula a una que me dio mucho terror, esos ojos llenos de ira.

-Ese maldito -se paro de su cama de golpe -donde está, quiero darle su merecido.

Camino furiosa hasta la puerta y la detuve antes de que saliera por la puerta.

-Letizia cálmate -la abrace y dejo de luchar en soltarse.

Escuche unos sollozos y me preocupe.

-Te duele muy fuerte donde te golpeó -negó frenética.

-Eso no es nada con lo que paso ella.

¿Ella?, aparte su cabeza de mi pecho para ver su rostro, sus hermosos ojos estaban muy rojos.

-¿Qué te dijo para que estés así?

La reina de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora