Capítulo 1

851 54 1
                                    


Dos años después.

Veía como Rini entrenaba, en todo este tiempo ella avanzó mucho con su entrenamiento y si seguía así pronto la empezaria a llevar a algunas expediciones.

-Rini, arriba, abajo gancho -ordene, a lo que ella obedeció.

-Bien, Rini descansa -ella agradeció a su contrincante que por su puesto era dos años su mayor y vino corriendo en mi.

-Madre, que tal lo hice -le sonreí, ella desde el dia que la traje conmigo me llamaba madre.

Pero siempre le decía que no olvide a su mama, a lo que guarda la palabra -mamá- para su verdadera madre.

-Lo hiciste bien, pero todavía te falta mucho, quiero más agilidad -Rini bajo su cabeza triste, ella sabía que no iba a ir a ningún lado antes sin mejorar siquiera un poco.

-Está bien -dijo levantando la cabeza, cuando pude ver a través de su máscara, sus hermosos ojos aguantando las ganas de llorar -voy ir a la sala de gimnasia a practicar en las barras.

Antes de que diera un paso para salir del salon de lucha cuerpo a cuerpo, le agarre los hombros y me agache a su altura.

-Adonde crees que vas -le mire a los ojos -crees que voy a dejar que entrenes más en el dia de tu cumpleaños -levanté mis manos y le sujete la máscara -creíste que lo iba olvidar.

Sonreí a lo que ella me miró con los ojos iluminados.

-No olvidaría el cumpleaño de personas importantes en mi vida.

-Gracias -dijo con su vocecita y me dio un abrazo -pensé que lo pasaría entrenando como el año anterior.

-Ey, lo siento, -resulta que el año anterior había olvidado por completo decirles a los del pueblo de espías que celebraran el cumpleño de Rin, ya que teníamos problemas en la frontera y me fui a hacer una supervisión del área y cuando regrese la pregunte a Rin como lo paso en su cumpleaños, pidiendo unas disculpas por no poder regresar a tiempo y ella me contó que se la paso entrenando.

Si mi error, es que con todo el ajetreo pensé que se lo había dicho a los del grupo, pero no.

-Y qué quieres que hagamos, este cumpleaños lo celebraremos el doble.

-Quiero ir a cabalgar -dijo Rini feliz.

-Sobre eso te tengo una sorpresa -le dije recordando su regalo.

-¿Que es? -dijo con ilusión.

-Ya lo veras.

Lleve a Rin hacia el corral de caballos.

-Sorpresa -le dije cuando entramos a un corral.

-Es un caballo, ¿es mío? -pregunto una emocionada Rini.

-Si Rin es tuyo, se que te gusta montar a caballo y ya es hora de que tengas uno.

En realidad todos los de la base tenían uno, solo que Rin no tenía uno y quise darle esa sorpresa.

-Es hermoso, me gusta es muy parecido a tu caballo -dijo Rin mientras acariciaba al poni.

-Si, recuerda que todos los sucesores a jefes y los jefes son los que utilizan un caballo de un color puro negro.

-Si, -respondió -crees que cuando sea grande sea así de igual a tu caballo me gusta mucho.

-Recuerda que él crecerá junto a ti y será entrenado contigo, haci que deben trabajar como un equipo.

-Sí -dijo Rini muy feliz.

La costumbre es que los jefes portan un caballo negro y los del grupo un caballo marrón oscuro, para que haci nos podamos camuflar en la noche, es por eso que todos en este lugar crecen con un caballo a su lado que por supuesto son muy fuertes y resistentes.

-Una carrera de montar -le propuse a Rin.

-No, se que con tu caballo voy a perder, pero cuando mi poni cresca, voy a competir contigo y tu caballo.

-Bien trato hecho, por mientras vamos a dar un paseo a caballo por el bosque.

Rini asintió y alistamos a nuestros caballos para montar.

-Antes de que lo olvide como vas a llamar a tu caballo.

-Mmm -pensó Rin -Sportacus -dijo sonriendo con el nombre que escogió.

Por lo menos era buena dando nombres, yo cuando era pequeña y me dijeron cómo llamaría a mi caballo, de repente había querido comer un caramelo, y le dije Caramelo, mi pobre caballo tuvo que quedarse con ese nombre.

Montamos por un buen rato, hasta que nos cansamos.



La reina de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora