Capìtulo 5

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CELESTE*****

Desperté con los ojos hinchados, salí de casa a escondidas y fui a visitar a la persona que mi madre no quería ayudar, llore mucho cuando se negó y le quito los médicos, se que aunque sea ya de edad todavía la podía ayudar, pero como estaba castigada no podía hacer nada.

He pensado todo lo que me dijo mi madre y se que si no fuera por ella o su padre, no hubiera podido ayudar a todo esos pueblos que visitamos.

Realmente quería quedarme aquí, la vida aquí aunque tenga una cuantas complicaciones no se puede igualar con ningún lugar, las personas riendo, los hermosos campos, la naturaleza los animales, los pajaritos cantando y el aire puro y fresco, hacía que no quiera ir a ningún lugar.

-Adelante -ordenó la voz de adentro, cuando toque.

-Hola -salude con una sonrisa, al verla que estaba mejor -ya te encuentras mejor.

-Si cariño -me abrazó cuando llegué a ella -hoy iremos a pasear a la pradera.

Con cuidado caminamos hasta el lugar que ella me quería llevar, el lugar es muy hermoso lleno de pastizales, flores alrededor le daban un hermoso toque, más aún con el sol resplandeciente.

Nos sentamos tendiendo una tela que habíamos llevado para la ocasión y me quede viendo el paisaje.

-Yo fui una espía -ante su declaración voltie en su dirección -¿estas asombrada?.

-Pero cómo -pregunté, luego recordé a mi madre -si ella supiera eso de seguro te ayudara.

-Crees que no me conoce -respondió en pregunta -Rin, ella conoce a cada uno de sus espía, su necesidad, vela por ellos, así como por su familia y su pueblo, es más ella considero desde pequeña al pueblo como su familia. No es hermoso tener un gobernante así.

-Pero porque contigo -tome aire -no la entiendo -dije casi gritando.

-Alguna vez trataste de entenderla -me interrogó -conoces a cada uno de tus espías, conoces a tu pueblo, te has detenido solo a pensarlo -me reveló una verdad -ella es mi hermana, eh visto como lucho para que todas las personas del país tengan una vida tranquila, se anochecía haciendo planes para que nuestro padre aceptara las propuestas y las mandara al rey para que aceptara las propuestas y empezará la obra, es así como se fundaron muchas cosas y las personas al verla, ellos también se sumaron a su propio cambio.

Baje la cabeza ya que no soy ni un poco lo que es mi madre, no puedo hacer lo que ella hace, ni siquiera conozco bien a mi propia madre, maestra, ni siquiera he pensado en mi propio pueblo, ni en los espias que algun dia estaran a mi cargo.

-No necesitas ser como ella -llamó mi atención.

-¿Cómo lo sabes? -había leído mi pensamiento.

-Yo tambien alguna vez quise ser como ella, tan excepcional, pero mi padre me dijo, que cada uno tiene su propio brillo, cada uno debe abrir su propio camino, cada uno es una estrella a su manera y encontré mi propio brillo.

-Yo quiero mucho a mi país y a sus personas -dije teniendo ese sentimiento en mi corazón -quiero ser una buena princesa.

-Tienes el poder para hacerlo, pero aun te queda un largo camino, aún no has conocido a todo tu pueblo.

-Voy a viajar quiero conocerlos a ellos también -sonreía.

-Entonces ve pequeña dicelo a tu madre -me alento.

-¿Que va a pasar contigo? -pregunté.

-Yo... -sonrió -voy a conocer a mis nietos -se paro -yo elegí una vida sin ser espía hace mucho tiempo y forme mi propia familia -me contaba sobre ella mientras caminábamos.

-En qué tiempo -pregunte interesada.

-No recuerdo bien pero fue a la edad de tu madre creo -me siguió contando -tu madre era una niña en ese tiempo y pues no quería que me fuera, lo hice y me quitaron todo lo de una espia, eso era lo que quería, pero siempre me venían a visitar y no corte el contacto con ellos.

-Entonces ya no puedes pelear -comprendí un poco lo que dijo.

-No ya no tengo nada lo de una espia, solo puedo defenderme -me contó.

-Entonces eso también me hubiera pasado si no aceptaba -me empecé a preocupar.

-Si y hubieras perdido todos tus títulos, hasta puede que de la princesa de este país -lo dijo como si nada.

Me quedé en shock, porque mi madre no me lo dijo.

-Pero eso no duele mucho, ya que sería lo que quisieras, lo que si duele es cuando te quitan lo que te hace una espia.

Me quedé mirándola por saber cómo es eso.

-Y como es.. -me miró comprendiendo a lo que me refiero.

-Una inyección, unos cuantos golpes para cerrar mis puntos de desarrollo, lo aprenderás al final de tu recorrido.

Hice una mueca que la hizo reír, no quería aprender eso. Llegamos a casa y mi madre me esperaba en la puerta.

-Ya tome una decisión -le anuncie -quiero continuar con el viaje -a lo que ella me sonrio, luego se le quitó al ver mi cara.

-¿Que pasa Rin? -me pregunto.

-Por qué le hiciste eso a tu hermana -pregunté con un poco de enojo.

Rina no comprendía y miró a su hermana por ayuda, luego como si por la mirada se comunicaran, entendió mirándome sin nada de culpa.

-Era lo que ella quiso no podía retenerla -se defendió -tenías la posibilidad de vivir en la base con tu familia o vivir como un informante espia de cierto lugar -hablo mirando a su hermana, ella solo sonrió.

-Quería dejar de ser espia -hablo -no se me iba bien -rió un poco -No me arrepiento de tomar mis decisiones.

-Cada uno elige sus caminos -dijeron las dos hermanas mirándose.

Después de ese pequeño confesionario, empezamos a hacer las maletas y alistarnos por que solo teníamos dos días para partir, lo que me sorprendió fueron que mis maletas ya estaban casi hechas, mire a mi madre.

-Que -se encogió de hombros -tu papa me colgaría si te abandono.

Empezamos a reír, me acerque y la abrace, ella me rodeo con sus brazos dando golpecitos suaves en mi cabeza, me sentia como si mi mama me abrazara, la extrañaba mucho, pero se que no soy la única que extrañaba a alguien.

-Gracias madre -susurre, al ver que derramo una lagrima.

Y así mi viaje continua...



Hola mis queridos lectores, cómo les va pareciendo la historia hasta este punto, está muy interesante no es cierto.

"Sus amores lejanos están, pero dos corazones compañía juntos se harán."

Nos vemos en el siguiente capitulo, besitos.

Con cariño de:

                         La escritora 2A.


La reina de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora