- Bien con todo el equipo completo, vayamos a desafiar a esa saiyan desafortunado que nos espera.
- ¡¿Eh?!- Exclamaron los cuatro al mismo tiempo
- ¿Qué pasa? Creí que lo había dicho de forma clara, bueno dije que, vayamos a desafiar a esa saiyan desafortunado que nos espera.
- No, no, si te oímos claro, pero ¿de verdad quieres desafiar un guerrero saiyajin el día de hoy? Pensaba que el plan iba a ser entrenar entre nosotros y desafiarlo en unos años a lo menos, sabes estamos hablando de un guerrero saiyajin, aunque sea uno de clase baja aún nos supera por muchos niveles es imposible que le ganemos aunque seamos cinco.
Por primera vez desde que aparecí aquí vi una expresión diferente a la de la adormecida cara de Onnio al decirme todo esto, se ve que de verdad está preocupado. Pero no hay tiempo cuanto más tardemos más cerca estaremos de morir.
- Vamos no hay problemas en probar en desafiarlo ahora ¿no? Como mucho perderemos y tendremos que probar de nuevo más adelante.
- No, imposible, podemos llegar a morir, el nivel es muy diferente.
- Okey, hasta aquí, no discutan. Por ahora no nos dejaran salir por más que lo desafiemos ya que el gran Freezer convocó a todos aquí, asique de momento descansemos y hablemos mañana del tema.
- ¿C-cómo, qué fue lo que dijiste Arugu?
- Dije que lo hablaremos mañana, así que ve a descansar y, Aikon, no olvides que me debes una pelea.
- No, eso no, ¿Qué dijiste sobre Freezer?
- Oh eso, dije que el gran Freezer convocó a todos los saiyan a volver al planeta, por lo que nadie tiene permitido salir.
- ¡MIERDA, MIERDA! ¡YA NO NOS QUEDA TIEMPO! Bien el plan del desafío queda cancelado, el nuevo plan es robar una nave e irnos inmediatamente.
- Jajaja Aikon se volvió loco.
- Cállate Chaya, y Aikon dinos ahora mismo que está pasando.
- Onnio, todos, tienen que creerme, si no nos vamos ahora mismo del planeta Vegetta nos moriremos. Freezer está a punto de destruirnos a todos.
- Y-yo te creo Aikon, t-tú siempre fuiste muy inteligente.
- Estoy empezando a pensar que Chaya tiene razón y estás loco. Los saiyajines hemos trabajado muy duro para el gran Freezer, no hay motivos para que nos haga algo.
- Bien si no quieren creerme, quédense aquí, vámonos May, tenemos que apurarnos.
- Espera, yo también iré contigo.
- Oh ¿me crees Arugu?
- No lo hago, pero que puede ser lo peor que puede pasar por robar una nave y desobedecer un par de reglas.
- Jaja Chaya también irá, suena divertido.
- Ah porque todos son tan poco racionales. Bien yo también iré, sin mi seguramente ustedes ni siquiera sepan usar una nave.
- Jaja que niños más raros que son ustedes.
- ¡NO QUEREMOS OÍR ESO DE TÍ!
- Pero ¿qué hay de nuestra familia?
- ¿Onnio crees que los adultos nos escucharan? Sin importar que le digamos no nos tomaran en cuenta. Además sólo podemos salvarnos nosotros mismos, si le decimos a un adulto y luego nos impide escapar estaremos en problemas. Lo lamento pero solo podemos escapar nosotros.
- Ti-tienes razón.
Aunque todos quedaron cabizbajo cuando dije eso, ninguno parecía tener intenciones de irse, eso me alegro, aunque recién los conozco ya le empezaba a tomar cariño a ellos cuatro. Aun así no me voy a arriesgar a morir aquí para salvar a más gente.
La sala de naves no estaba muy lejos de donde estábamos entrenando por lo que solo nos tomó unos minutos llegar. Al principio nuestro plan era robar cinco naves individuales e irnos al planeta más cercano y observar la situación, pero llegamos a la conclusión que lo mejor sería robar una sola nave de carga donde quepamos los cinco.
Al llegar no nos costó mucho seleccionar la nave que nos pusimos como objetivo. Era una nave bastante grande, usada normalmente para transportar muchas tropas en una invasión o para llenarla de carga en caso de un trato comercial.
La nave estaba vigilada por dos personas, pero no eran saiyajines, al parecer eran soldados que Freezer envió para controlar la llegada de los saiyans y impedir que se vayan sin el permiso de él mismo.
Para nuestra suerte ambos sujetos no parecían muy fuertes, aunque ninguno tiene un rastreador para comprobarlo, solo nos queda arriesgarnos a derrotarlos.
A pesar de haber muchas maneras para asesinarlos de manera furtiva, personalmente odio esa idea pues hacerlo me haría perder la oportunidad de una buena batalla, asique simplemente saltamos los cinco de frente. Yo queria pelear solo pero estos cuatro niños no me dejaron, al parecer no quieren que me quede con toda la diversión. Supongo que es una característica de los saiyan. Incluso la normalmente tímida May está emocionada por pelear.
Entre los dos guardias, solo uno era realmente un guardia como tal, el otro era alguien que se encargaba de la logística por lo que no era un peleador para nada, por lo que cuando nos vio, instantáneamente se escondió debajo de una mesa.
El guardia restante era un lagarto muy alto, pasaba fácilmente los 2 mts de alto. Él fácilmente recibió nuestros cinco ataques simultáneos pero ninguno pudo hacerle un daño verdadero a pesar de haberlo atacado por sorpresa. Esto es malo, es más fuerte de lo que creía si no lo vencemos rápido, puede llegar a asesinarnos.
Yo logre darle varios golpes limpios en zonas vitales de su cuerpo, pero con la diferencia de poder parece no afectarle. Luego de solo diez minutos de pelea Arugu y May quedaron fuera de pelea. Ambas estaban algo agotadas por haber peleado hace un rato.
Con solo nosotros tres la pelea fue aún más difícil y poco a poco empezamos a perder más y más terreno. No tengo idea de cómo superar esto, en este punto solo quedamos Chaya y yo, Onnio recibió un golpe y quedó inconsciente al instante, ni siquiera sé si está vivo.
¿Será esto todo para mí? Realmente mi aventura en este mundo terminará el mismo día que empezó.
Ya me había rendido y estaba a punto de recibir un golpe de nuestro enemigo cuando de pronto, un ataque de energía borra la cabeza completa del hombre lagarto. Cuando pude reaccionar pude ver a nuestro salvador. Era una persona que me gustaba mucho de niño. Él era Bardock, el padre de Goku, alguien que me cautivo cuando vi su película, ahora estaba frente mío y acababa de salvarme la vida.
- Niños, ¿Qué diablos está pasando aquí?
- Nos estamos escapando señor, estoy seguro de que Freezer nos quiere destruir así que queríamos escapando.
- *Aikon ¿no deberíamos guardar el secreto, qué sucederá si nos impide salir?*- Arugu me susurro preocupada.
- *No te preocupes por él, no nos detendrá*
- Tienes mucha confianza al decir eso mocoso, bien no me interesa lo que hagan. Adios.
- Señor debería huir también, Freezer no puede ser detenido por ningún saiyan de momento.
Bardock me miró con curiosidad en su cara pero no dijo nada y simplemente se fue como si nada hubiera pasado.
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Mi Vida Como Saiyajin
PertualanganUn joven con una vida difícil muere solo para reencarnar como un Saiyajin de clase baja, ¿podrá este joven sobrevivir a la trágica historia de esta raza y alzarse por encima de sus poderosos rivales? Descubrelo en esta historia ambientada en Dragon...