Encontrar un mercader que nos sirva no fue difícil ya que hay demasiados. Todo va a depender si puedo convencerlo de que me compre los elementos al precio correcto. El comerciante que elegí es un habitante natal del planeta Pikui, su apariencia es como la de una lombriz humanoide, la única peculiaridad que tiene el comerciante que elegí es que es bastante obeso, pero es algo bueno ya que muestra que le va bien en su trabajo.
- Hola, me gustaría vender varios elementos, ¿Es posible para los saiyan comerciar aquí?
- Oh Claro, claro, su raza siempre es bienvenida.- A pesar de su gran cuerpo redondo se giró con una gran velocidad para hablar conmigo.- Pero, es muy extraño ver un niño tan pequeño manejando este tipo de negocio, ¿podría saber que quiere vender?
- Mis padres quieren que aprenda este tipo de cosas desde muy temprano por eso mi hermano y hermana mayor están aquí para supervisar que no me equivoque - Ya habíamos planeado esta excusa junto a Onnio y Arugu - En cuanto a lo que quiero vender, no es la gran cosa, serian varias armaduras, rastreadores y diferentes materiales, aquí tengo una lista con todo el inventario. Espero que pueda comprar todo a un precio justo señor.
El gordo mercader que en un principio me miraba a menos tan pronto como vio la lista cambió su rostro de una manera tan radical que me fue difícil resistir la risa. Lo que de verdad lo impresionó fue la cantidad de minerales que tenía, al parecer son muy valiosos, pero dudo que tenga algún uso para ellos por lo que no hay problemas en venderlos todos.
La transacción fue sin problemas desde el principio hasta el final, el gordo junto a muchos empleados de él fueron con nosotros hasta nuestra nave y retiraron todo por si mismos. Aunque nos quitó un porcentaje por la mano de obra era relativamente barata y habría sido un gran problema mover todo por nosotros mismos.
Ya con el dinero, les di un poco a los otros cuatro para que se distraigan un poco, aun andaban bastantes decaídos por lo que estaba pasando, les dije que trataran de comprar todos los elementos indispensables para sobrevivir un tiempo y si les sobraba que eran libres de elegir qué hacer.
En cuanto a mi simplemente fui al mercado para mirar que vendían. Este era una parte que no mostraban en la serie por lo que me di mucha curiosidad. En cuanto a los objetos, había de todo, desde artesanías hechas con madera o elementos similares hasta piezas de tecnología o respuestos de naves. También hubo muchas cosas que no pude descubrir que eran.
No había pasado mucho tiempo desde que empecé con las compras cuando de repente veo a tres sujetos preguntando por un grupo de saiyans en el lugar. Los tres eran obviamente soldados de Freezer que nos andaban buscando. Con un rastreador que agarre en la nave revisó su poder de pelea, el más fuerte de ellos rondaba en los 242 puntos de poder y el más débil en los 130 y el otro en los 180. Aunque no eran la gran cosa era imposible para mi ganar contra incluso el de menos poder mucho menos contra los tres juntos.
La verdad es que debería reunirme con los demás y huir pero, desde que llegué aquí hace unos dias aun no he tenido una batalla de verdad por mi cuenta por lo que decidí encargarme de todos ellos yo solo. Puede parecer una locura pero mientras miraba en la tienda vi un objeto muy interesante que servirá en esta situación. Aunque es un poco caro si funciona como me explico el vendedor será clave para poder ganarles.
Una vez ya con el objeto me revele frente a ellos y ni bien me vieron empecé a huir hacia un lugar aislado.
- Maldito niño, dónde están tus amiguitos. Sabemos que viniste junto a otros niños, se bueno y dinos dónde se esconden y nada les pasara.
- No se donde estan, pero dime, ¿Cómo supiste que estábamos aquí?
- Está claro que eres un niño, este pequeño aparatito en mi oreja me deja escuchar tus conversaciones ya que tu tambien lo tienes. Además tu nave es de nosotros ¿pensaste que no podríamos localizarla?
¡Cierto! olvide que el rastreador tenia esa funcion, ademas tendremos que deshacernos de esa nave pero ya me encargare después de eso. Por ahora tengo que poner a funcionar mi nuevo objeto. Su uso es muy simple, a las personas a las que apuntó se les incrementa su peso, como si la gravedad del planeta incrementara solo para ellos, aunque solo es un poco, diría que solo un par de kilos tal vez, pero en una pelea a este nivel son claves.
El objeto era una pistola que se coloca en las muñecas lo que deja mis manos libres para pelear. Luego de colocarlo simplemente los ataque sin intención de continuar conversando. Cuando los ataque los apunte con la pistola de gravedad, como yo la llame, y no supieron cómo reaccionar, gracias a eso los golpee de lleno con mis puños, mi objetivo es matar al más fuerte antes de que se acostumbren al peso adicional.
Si puedo hacerlos perder a su líder los demás seguramente también caerán. Concentrando todos mis ataquen en el soldado con 242 puntos, yo lo podía golpear como a un saco de boxeo y sus ataques ralentizados por la pistola de gravedad eran fácilmente esquivados por mi, y aunque digo facil estoy bajo mucho estrés en este momento, cualquier error sería fatal. Desde mi vida anterior todo mis ataques siempre son a puntos vitales, así fue como aprendí a ganar mis peleas. Luego de unos pocos minutos de pelea, el sujeto que recibió mis ataques quedó en un estado lamentable.
Solo un ataque más y ya seria todo pero mi nueva pistola fallo, dejó de andar.
- ¡Oh! Por fin puedo moverme libremente de nuevo. Maldito niñato ¿que es esa cosa que tienes ahí? Te hare pagar por todo lo que me has hecho.
¡MIERDA! Sin la pistola no puedo pelear de igual a igual contra ellos. Sus golpes no tardaron en venir, mi cuerpo no tiene tanto aguante por lo que después de dos o tres ya estaba totalmente derrotado.
- No eres tan fuerte ahora ¿no, niñato? No lo maten aun quiero hacerlo sufrir lentamente hasta que nos diga dónde están sus compañeros y luego los mataré uno a uno frente de él.
- No hará falta, ya que estamos todos aquí.
En eso Arugu apareció frente mio, Onnio y chaya aparecieron por la espalda de los soldados y May se me acercó para ayudarme.
- Hey Aikon, ¿Querías toda la diversión para ti solo, no es cierto? Más tarde me la pagaras por no incluirme, aparte que harias si morías, no lo recuerdas aun me debes una pelea.
- Arugu, estoy segura que A-Aikon no lo hizo con esas intenciones.
- Ustedes dos no discutan, concentrense en el oponente delante nuestro que no son débiles para nada.
ESTÁS LEYENDO
Mi Vida Como Saiyajin
AdventureUn joven con una vida difícil muere solo para reencarnar como un Saiyajin de clase baja, ¿podrá este joven sobrevivir a la trágica historia de esta raza y alzarse por encima de sus poderosos rivales? Descubrelo en esta historia ambientada en Dragon...