Se avecina una buena floreeeeesssss, muchas ya habrán leído la historia así que nada de spoileeeeer!!!Ya sabéis que si no queréis esperar, la tenéis en Amazon!
Conforme la noche avanzaba, el alcohol discurría entre los presentes. No quería beber, deseaba estar demasiado cuerda para lo que pretendía hacer, pero quizá una cerveza consiguiera relajar la tensión de mis músculos y haría que mis pretensiones fueran más fáciles de realizar de ese modo. Aplacar mis nervios fue fácil y junto a mi determinación supe que aquella noche jamás la olvidaría durante el resto de mi vida.
Veía a Verónica bailar mientras se medio desnudaba frente a todos y animada por algunos de los chicos, sobre todo por Zacker. Se quedó en vaqueros y sujetador bailando alrededor de la hoguera con un frío invernal, pero supuse que esos eran los efectos del alcohol, ya que era evidente que estaba borracha.
Me sorprendió que Joan no hiciera nada por evitarlo, simplemente la observaba y no movía un músculo o hacía algo por evitar que siguiera exponiéndose de aquella manera. Desde luego esos dos formaban una pareja de lo más extraña.
Poco a poco el ambiente comenzó a caer y mas de uno se fue retirando a su habitación. Estaba algo cansada cuando Verónica propuso meternos en el jacuzzi en ropa interior, a esas alturas solo quedábamos Nicola, Joan, ella y yo. Me pareció una malísima idea, pero al parecer a mi novio no. Quise poner una excusa, algo parecido al cansancio extremo o que era alérgica al agua caliente —mejor dicho era alérgica a mi hermanastro—, pero me vi arrastrada hacia la parte trasera de la casa que daba a un jardín privado donde se encontraba el famoso jacuzzi cubierto.
Mi esperanza era que el agua estuviera turbia después de estar tanto tiempo tapado y sin ser utilizado, pero no debió sorprenderme que no fuera así, era evidente que alguien se encargaba de mantener la casa en perfecto estado.
La primera en meterse obviamente fue la rubia despampanante, era como si estuviera deseosa de lucir su cuerpo frente a los dos tíos que tenía delante. En aquel momento quise morirme de la vergüenza. ¿Cómo iba a quedarme en ropa interior sexy frente a ellos? Mi intención era hacerlo a solas y obviamente solo frente a Nicola. La rubia me daba igual, pero ¿Joan? Ese ni hablar.
—¿Es que tienes braguitas de mariposas, pelirroja? —escuché cerca de mi oído y apreté fuertemente mis manos queriendo propinarle un puñetazo.
Su risa hizo que cualquier vestigio de duda se evaporara. ¿Mariposas? Se iba a enterar de que ya no era una niña...
Me quité la ropa con seguridad, como si llevar lencería cara y fina fuese de lo más normal. Cuando me hundí en el agua busqué la mirada del cretino de Joan, era como si pretendiese reírme en su cara por considerarme una niña infantil y malcriada. Pensé que estaría sorprendido, pero no enfadado, era evidente que parecía molesto y seguramente lo estaba porque no había podido burlarse de mi en público como era su costumbre.
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Andrea y sus neuras
Teen FictionCuando la locura se convierte en un arma poderosa. ** Andrea es divertida, espontánea y un poquito neurótica, "solo un poco, eh". Sus amigas son geniales...