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Hellow florecillas!!! Cansadilla y tarde, pero aquí está el capítulo!!!

Nos vemos el miércoles!

Podría decirse que sabía bailar, ¡Narices!, ¡Llevaba años en ballet! Pero era la primera vez que lo haría con un chico y en una lenta

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Podría decirse que sabía bailar, ¡Narices!, ¡Llevaba años en ballet! Pero era la primera vez que lo haría con un chico y en una lenta. Nunca había tenido la oportunidad de bailar de esa forma con nadie, ni siquiera con mi propio padre en alguna boda como suelen hacer todas las adolescentes de mi edad. Percibía como la tensión se acumulaba en mis extremidades conforme me rodeaba acercándome a él. Si no fuera por la pintura azul de piel, estaba segura que percibiría el color de mis mejillas avergonzándose por aquel tipo de intimidad.

Vale. Sabía que solo estábamos dándole un escarmiento a Verónica por sus celos incontrolados, pero ¡Que leches!, ¡Yo era quien gozaría de ese pibón italiano! Vale... no en el sentido gozar de forma calenturienta, cosa que últimamente no sabía porqué mi mente no cesaba de evocar...

¡Para Andrea!, ¡No empieces con tus neuras!

«Nicola solo es tu amigo. Nicola solo es tu novio de pega» Pensaba una y otra vez preguntándome si yo alguna vez podría encontrar a alguien como él que me apreciara de verdad.

Será mejor bajar de las estrellas para sentir la realidad antes de llevarme la ostia del siglo por crearme falsas expectativas.

«Pero era tan fácil crearlas cuando él hacía tan bien el papel de novio entregado» soñé despierta.

Igualito que Joan. Ese energúmeno con patas y cuerpo de Dios que se creer el rey del universo y que todo gira a su alrededor.

¡No voy a pensar en él!, ¡Andrea no pienses en él!, ¡Ahora es tu momento!, ¡Tu baile!, ¡Tuyo y de Nicola!, ¡No dejes que ese idiota lo estropee después de haberte privado de tantas cosas!

—Parece que hemos dado un buen espectáculo —dije sonriente esperando eliminar ciertos pensamientos de mi cabeza.

—Así es —contestó con una sonrisa enorme que le hacía ser el chico más guapo de toda la fiesta—. Creo que esta vez creerá de verdad que no me tiene comiendo de su mano —añadió guiñándome un ojo.

—¿Y en verdad te tiene o no? —pregunté con el corazón en un puño. No sabía porqué, pero necesitaba oír su negación ante mi pregunta. 

—Mentiría si dijera que no —confirmó rompiendo todas mis fantasías—, aunque he de confesar que comienzo a tener cierta predilección por pasar el tiempo con una guapa pelirroja —añadió sonriente y eso provocó que riera ante aquel comentario.

Sabía que solo estaba bromeando, seguramente para provocar que me riera por su comentario con la absoluta certeza de saber que nos estarían vigilando. Si Nicola deseaba despertar los celos más ínfimos de Verónica, seguro que lo estaba consiguiendo y de paso también un odio irascible hacia mi. Seguro que intentaba hacerme vudú o algo así.

Andrea y sus neurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora