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Helou bellas florecillas!!!

Espero que disfrutéis el capítulo y aunque hay opiniones divididas en cuanto a quien será el que conquistará el corazón de Andrea recordad que todo puede pasar con una protagonista tan alocada como lo es ella :P



Espero que disfrutéis el capítulo y aunque hay opiniones divididas en cuanto a quien será el que conquistará el corazón de Andrea recordad que todo puede pasar con una protagonista tan alocada como lo es ella :P

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No sabía si quería escuchar o no la respuesta, conociéndole seguro que me soltaría algo similar a... "Porque me compadecía de todos ellos" . Si tenía en cuenta por todos los adjetivos que me había nombrado, era normal que nadie quisiera salir con la calabaza pecosa del instituto. Ni tan siquiera Nicola quería salir conmigo por el amor de Dios... solo quería aprovecharse de la situación, pero al menos había tenido el valor de decírmelo de frente y preguntarme si estaba de acuerdo.

—Ni me lo he preguntado, ni quiero saberlo —objeté de mala gana y le rodeé para escapar de él—. ¡Solo quiero que me dejes en paz de una maldita vez! —grité con toda la intención de marcharme de allí dejándole la palabra en la boca.

—Aléjate de él y lo haré —afirmó de pronto provocando que me detuviera.

¿Me dejaría en paz si me alejaba de Nicola? Algo me decía que no, que solo era una forma de salirse con la suya por sus narices solo para quedar por encima de mi, pero en el fondo volvería a ser el mismo de siempre porque no lo podía evitar. Yo era el eslabón débil y su presunción por quedar sobre mi era lo que más consumía mi rabia interna.

—Entérate de una vez que no voy a alejarme de Nicola, es mi novio te guste o no y cuanto antes aceptes ese hecho, mejor para los dos —aclaré tan convencida que hasta yo mismo me lo creí. Igual mañana se acababa todo y yo quedaba como una auténtica idiota frente a Joan, pero por el momento le iba a restregar en toda su cara que sus amenazas, órdenes o lo que fuera que se pensaba que tenía sobre mi, me entraban por un oído y salían por el otro.

—Así que la niña se nos ha vuelto rebelde —dijo con cierto tono de ironía y sonrisa socarrona—. ¿Ya te has acostado con él? —inquirió acercándose y mis ojos se agrandaron ante aquella pregunta.

¿Qué?, ¿Cómo se atrevía a preguntarle eso?

—¡Y a ti que cojones te importa con quien me acuesto o me dejo de acostar! —grité enfurecida alzando una mano en reproche—. ¡Vete a la mierda! —bufé y subí las escaleras completamente enfurecida.

—¡Ya me ha quedado claro que sigues siendo virgen! —gritó desde abajo cuando llevaba la mitad de la escalera recorrida—. ¡Y más te vale que siga siendo así!

¿Pero que se ha creído este?, ¿Qué tiene patria potestad sobre mi virginidad o algo así? Ni que fuera mi hermano mayor de verdad para asumir esa responsabilidad. ¡Por Dios! Si hasta mi madre no había objetado nada por tener novio, ¿A santo de qué venía él con exigencias?

«Te odio Joan.... ¡No sabes como te odio!» bufé llena de furia y con ganas de gritar o dar un portazo, solo que si lo hacía encima se jactaría de que había conseguido sacarme de mis casillas. Pues no. Se iba a quedar con las ganas.

Andrea y sus neurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora