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poned la canción cuando aparezca el asterisco (*)

" acuérdate de tratarte a ti
mismo amablemente cuando
tus emociones estén
destruyendo tu mente "


Pope, Kiara y Mayven aparcaron en el jardín de la casa de John B. Las luz de la luna iluminaba el lugar desde arriba, las estrellas acompañándoles mientras los tres amigos apagaban el coche. Pope y Kiara habían convencido a la chica para seguir con el plan del oro, aunque a Mayven no le hiciese mucha ilusión. Seguía viendo demasiadas lagunas en el plan.

—Hay que acabar antes de mi entrevista de mañana para la beca.— les dijo Pope, mientras los tres se desabrochaban del cinturón.

—Vale, pues céntrate.— le dijo Kiara después.

—Ya. Todo saldrá bien.— aseguró Pope, más para él que para las otras dos chicas.— John B y JJ estarán dentro del pozo, yo arriba contigo,— señaló a la teñida, la cual seguía en los asientos de atrás escuchando.— y tú y Sarah estaréis fuera transportando el oro.— le dijo después a la morena, ella saliendo del coche desde el asiento del pasajero.

—Sí, tranquilo.— asintió Ki mientras los otros dos salían detrás de ella del blanco y desgastado coche de Pope.

—Guay...

—En serio, no te preocupes, Pope.— le sonrió ligeramente Mayven mientras se dirigían a la parte de atrás del coche, esta tratándose en un espacio sin techo para transportar cualquier material.

—Lo sé, sólo estoy nervioso...— le dijo Pope enviándole una sonrisa tensa de vuelta.— Tengo un cabestrante. Y en ese bidón caben unos ciento treinta kilos.— señaló el moreno el gran objeto mientras Ki abría la puerta del remolque.

—Gracias.— le dijo Ki sonriendo, apoyándose en el borde del remolque mientras miraba cómo Pope cogía el bidón, él girándose hacia ella con el ceño fruncido.

—¿Por qué?

—Por... Obligarnos a hacer las paces.— le dijo Ki de vuelta, enviándole después una pequeña sonrisa a Mayven, quien le devolvió el gesto enseguida.

—¿Cómo sabéis que fui yo?— sonrió Pope alzando ambas cejas.

—Es lo más lógico.— rió Mayven encogiéndose de hombros, Kiara a su lado asintiendo rápidamente.

En ese momento, unas luces amarillas se iluminaron de repente, éstas colgadas entre todo el porche y la parte de atrás. Ninguno de los tres había hecho nada. El pequeño grupo se miró con el ceño fruncido, confusión notable en sus ojos.

—¿Qué cojones...?— murmuró Pope, ahora todos mirando las luces sin entender lo que estaba.

—John B no está aquí... ¿Verdad?— preguntó Mayven mirando a sus amigos con los ojos abiertos.

—No, está con Sarah...— dijo Kiara con la misma confusión en sus ojos.— ¿Quién coño es?

¿Qué estaba pasando?

Los tres decidieron apurar el paso y dirigirse hacia la zona de atrás de la casa de John B, siguiendo las luces hasta llegar al árbol gigante donde siempre aparcaban el barco. Había tiras de luces enrollando las ramas, una bola de discoteca colgada de una de ellas. Mientras tanto, una gran abundancia de objetos de playa, entre ellos hinchables de cualquier forma imaginable, toallas y hamacas, se encontraban colocados contra la pared de la casa.

not ur friend [ jj.m ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora