xiv. una noche distinta

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" situaciones desesperadas
requieren medidas desesperadas "


Después de que Kiara y Mayven saliesen de allí, volvieron al punto donde habían encontrado el coche, y esperaron a tener señales de alguno de los chicos. La teñida encogió sus piernas en el asiento del copiloto, abrazándolas contra su pecho y apoyando su barbilla en las rodillas, mientras su mejor amiga simplemente echaba la cabeza hacia atrás.

—No me quiero ni imaginar qué pasará si les cogen.— dijo Kiara, suspirando.

—No te preocupes. Ellos saben cómo salir de estas situaciones, siempre lo han hecho.— se encogió de hombros Mayven.— O por lo menos John B y JJ, no sé qué pasará con Pope...

—¡May!— exclamó la chica, dándole un golpe en el hombro, haciéndole soltar unas carcajadas a la teñida.

—Estaba bromeando.— rió ella, para aligerar el ambiente.— Estoy segura de que dentro de poco los chicos estarán de nuevo aquí.

—Eso espero...— asintió Ki.— No quiero que se lleven una multa, o peor, que les disparen o algo así.

—Los policías de Estados Unidos están más locos que nunca, es verdad...— comentó Mayven.— Pero no les pasará nada.

—¿Cómo estás tan segura?

—Porque, y repito, son los chicos. Se han metido en cosas mucho peores, y lo sabes.— dijo la teñida, apuntando a la morena con un dedo.— Estarán bien.

—¿Lo prometes?— le preguntó ella, preocupada, buscando apoyo en su amiga. Mayven la sonrió de lado, cálidamente, y asintió.

—Lo prometo.

El coche se quedó en silencio, mientras la oscuridad se hacía dueña del cielo y la única luz que tenían era la de los faros del vehículo. Los grillos sonaban de fondo junto a sus respiraciones. La de Mayven era calmada, ya que tenía mucha esperanza en sus amigos, mientras que la de Kiara era más rápida, con bastante preocupación en su sistema. Habían pasado por muchas cosas peligrosas durante esos días, y tenía miedo de que ya hubiese llegado el momento de dejar todo atrás.

—Kiara.— dijo Mayven, notando que su ansiedad no había bajado mucho desde sus últimas palabras.— Todo va a estar bien. Pase lo que pase, vamos a estar todos juntos. Y estoy segura de que todavía nos queda mucho camino, y que esa pasta no se va a quedar debajo del agua por mucho más tiempo.— le dijo la teñida, poniendo una mano encima de la de la morena, la cual se encontraba en el volante.— Ellos van a estar bien. Vamos a estar bien.

—Sí... Vamos a estar bien.— asintió la morena, auto convenciéndose.— Es que... Han pasado tantas cosas en tan poco tiempo...

—Lo sé, pero nos lo estamos pasando bien.— se encogió de hombros Mayven.— Eso es lo que queríamos este verano. ¡Una aventura! Y esta es una de las gordas. Si no aprovechamos esta oportunidad, la perderemos.

—Tienes razón.— suspiró Ki.— Es sólo que... No quiero que nada os pase.— dijo la morena, mirándola directamente esta vez.— Sois mis mejores amigos, y mis padres pueden permitirse muchas cosas, pero vosotros sé que no. Y... Sinceramente, no sé qué habría sido de mí si no estuvieses aquí.

—Aw, Ki.— sonrió Mayven, quitando sus brazos de sus piernas, abrazándola después.— Yo tampoco sé qué haría sin ti... Pero no hace falta preguntárselo, porque siempre nos vamos a tener la una a la otra, ¿de acuerdo? Yo voy a estar para ti hasta cuando saques ese disco de nosotros y te hagas famosa.

Kiara rió y la abrazó más fuerte. De repente, unos toques en la ventana las sobresaltó, haciendo que las dos saltasen en sus asientos y se alejasen de la ventana de Kiara. Ellas bufaron al ver a sus tres amigos riendo a carcajadas, y salieron del coche.

not ur friend [ jj.m ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora