not ur friend [ jj.m ]

xxxiv. acontecimiento histórico

" todo lo que eres es siempre
todo lo que necesitaré "

Por fin llegó el momento en el que Mayven se dio cuenta de todo lo que estaba sucediendo. Hacía unos meses no podría imaginarse buscando un maldito tesoro, el cual además había hecho que John B fuese acusado por el asesinato de la mismísima Sheriff, haciendo que tuviese que escapar de la isla lo antes posible con su ayuda. Bueno, realmente el tesoro no había hecho nada, sino los avariciosos que estaban dispuestos a hacer todo lo que fuese para ganar poder. Como Ward Cameron. Como Rafe Cameron.

Y pensando en ello, Mayven no podía dejar que Sarah siguiese viviendo en esa casa de locos. No después de todo lo que había pasado. Y no después de que hubiese visto los hechos con sus propios ojos y fuese capaz de sacar a John B de aquel aprieto.

Por eso Kiara y Mayven estaban de acuerdo. Había que ir a por Sarah y sacarla de allí costase lo que costase. Y JJ y Pope no pudieron decir que no cuando la morena comenzó a conducir, siendo su coche y por tanto, siendo ella quien elegía a dónde ir en ese momento.

Bajo las protestas de los chicos y la oscura noche que les aguardaba, el grupo de cuatro llegó hasta la mansión de los Cameron, refugiándose detrás del muro de hormigón que separaba de la casa del resto del barrio. Habían llegado al acuerdo de que Ki y Pope entrarían dentro del recinto mientras May y JJ se quedaban fuera con el coche.

—¿Listos?— preguntó Mayven mientras Ki salía del coche.

—Claro, estoy súper centrado.— contestó JJ asintiendo.

—Yo no, ¿seguro que es buena idea?— dijo Pope saliendo del coche, Mayven y JJ siguiendo a sus amigos de cerca.

—Solo ella puede demostrar su inocencia.— repitió Ki acercándose al muro que una linterna en su mano, el cantar de los grillos y sus pasos sobre las pequeñas piedras del camino siendo lo único que se escuchaba detrás de sus voces.

—Aquí no vendrán a mirar,— insistió JJ desde atrás mientras Pope y Ki comenzaban a escalar del muro.— porque no viene a cuento.

—¿Y no crees que esto es lo correcto?— le preguntó la teñida con el ceño fruncido, girándose a mirarle con los brazos cruzados. Sus dos amigos habían conseguido entrar al jardín de los Cameron, dejando a ambos solos por fin después de unos días agitados.

—Es una estupidez, Mayven.— repitió el chico suspirando.— Lo que deberíamos estar haciendo ahora es ir a por el barco de mi padre y sacar a John B de aquí cagando leches.

—¿Y Sarah qué? ¿Qué pasa con ella?— dijo la chica incrédula.— ¿De verdad piensas que debemos abandonarla en una casa con dos asesinos? Ella ha confiado en nosotros.

—May, esos asesinos siguen siendo su padre y su hermano.— el rubio insistió, los cuerpos de ambos adolescentes cada vez más tensos.— Es su familia, por mucho que haya visto aquello. ¿Crees que va a testificar contra ellos?

—Pues... ¡No lo sé! No, no lo sé.— admitió Mayven exasperada sintiendo cómo el agotamiento iba pasándole factura.— ¡Pero es nuestra amiga! Ha pasado por cosas con nosotros que no podemos olvidar, JJ. Y me da igual que tú no te sientas tan cercana a ella, pero es la novia de tu mejor amigo. Y mi amiga. Y la amiga de Ki. Y no podemos dejarla sola en un momento como este. Tenemos que mantenernos unidos, ¿no crees?

JJ suspiró, quitándose la gorra y pasando su mano libre por su pelo. Sus hombros cayeron y giró su cuerpo dando la espalda a la casa, y por tanto al coche y a Mayven. La chica le miró con curiosidad, observando cómo JJ alzaba la cabeza hacia el cielo con una postura que ahora solo podía reconocerse como rendimiento. Entonces el cansancio comenzó a apoderarse de Mayven, causando que sus hombros imitasen a los del rubio y sus labios soltasen un suspiro.