xvi. el royal merchant

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" un buen futuro no
requiere un mal pasado "


Mayven se había levantado abrazando a JJ por la cintura, con la cabeza puesta en su pecho, y los brazos del chico alrededor de su cuerpo, mientras las piernas de ambos se encontraban entrelazadas. Había dormido como nunca lo había hecho. Había dormido unas cuantas veces en la misma cama junto a JJ —hamaca en este caso—, pero había sido antes de saber que sentía atracción por el chico. Y haberse visto ahí, entre los brazos de JJ, contemplando su tranquilo rostro y sus labios entreabiertos, había hecho que su corazón diese un vuelco.

Y eso mismo era también lo que le había hecho levantarse de la hamaca, dejando al chico dormir allí, mientras los demás seguían profundamente dormidos. No podía dejar que su sistema nervioso decidiese que su corazón debía palpitar más rápido cuando estaba tan cerca de él. No podía permitirlo.

Ese día sería un punto y aparte para todos ellos. Un nuevo comienzo, y May esperaba que fuese bueno. Esa mañana irían al encuentro del Royal Merchant, y con él, todo ese oro que les haría ricos por fin. Pero primero, como el día anterior había dicho, tenía que pasarse por su trabajo de una vez por todas.

Ya se estaba imaginando a su jefe, con una ceja arqueada y los brazos cruzados, detrás del mostrador. A Mayven no le caía nada bien el hombre, pero seguía siendo su jefe, así que no podía contestarle de mala manera. Necesitaba el trabajo todavía, aunque se lo hubiese saltado durante unos días.

Y como había supuesto, el señor Davis se encontrada tal y como había imaginado, detrás del mostrador.

—Buenos días.— dijo ella, entrelazando sus manos detrás de su espalda.

—Buenos para ti, supongo.— dijo el hombre mirándola seriamente.— ¿Dónde coño has estado estos días? Greg y yo hemos tenido que cubrir tus turnos.

Greg era el otro empleado de la ferretería. El señor Davis nunca había trabajado allí. Sólo se pasaba para ver que todo estaba en orden, así que le alegró bastante que le haya podido hacer trabajar, aunque también se sentía mal por Greg. Él tenía otro trabajo aparte de ese, y no pensó en que tendría que hacer sus turnos. Pero todo eso había sido por una buena razón. Estaban apunto de ser ricos, y ella no había estado emocionalmente genial durante aquellos días.

—He tenido problemas familiares.— dijo Mayven, mintiendo.— Bianca ha estado muy liada y yo he tenido que ocuparme de la casa, lo siento mucho señor Davis.

—Esa no es excusa.— dijo él, bufando.— Éste es tu trabajo. Tu responsabilidad. Y al igual que tu hermana va a su trabajo, tú debes hacer lo mismo.

—Lo sé, y lo siento. Es que... Bueno... Ya sabe la situación por la que estamos pasando...— frunció los labios Mayven, mientras hacía que sus ojos se cristalizasen un poco.— Estamos huérfanas y no podemos hacer más. Mi hermana está exhausta cuando viene de sus turnos de casi todo el día, y yo tengo que cuidarla... E-Es lo único que me queda...

—Uh, sí, lo sé...— titubeó el señor Davis, sintiendo debilidad al verla llorar.— Pero tienes un compromiso.

—Lo sé, lo siento tanto... Debería estar agradecida con usted por poder darme una oportunidad de mantener a mi familia.— dijo ella de nuevo, con una lágrima surcando su mejilla.— Y yo... Y yo faltando al trabajo, siendo desagradecida con usted... Soy un desastre...

—No, no lo eres.— dijo él, llevando sus brazos a sus costados, mostrándose comprensivo con ella.— No pienses eso. Entiendo por la situación por la que estáis pasando, es muy difícil. S-Si quieres, te puedo dar el día libre. Podrás ocuparte de tu familia, y yo me ocuparé esta mañana de la tienda.

not ur friend [ jj.m ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora