xv. mentiras ocultas

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" ¿está bien mentir para conservar? "


Mayven emergió del agua, cogiendo aire al habérsele acabado, y con sus dedos llevó su pelo hacia atrás. Pocos segundos después, John B apareció también, él sacudiendo su mata de pelo, y después salió Kiara, con una sonrisa.

—Siempre os gano.— dijo ella triunfal. Mayven rodó los ojos con una pequeña sonrisa.— Sois pésimos para aguantar la respiración.

—¿Perdona? Tienes delante al que tuvo que aguantar debajo del agua después de que se le acabase el aire de la bombona en las marismas.— dijo John B, levantando las cejas.

—Y casi te mueres.— dijo Mayven riendo, ganándose una salpicadura de parte del chico.

—¡Chicos!— les llamó Pope desde la superficie, en el muelle.— ¿Podéis bajar y hacer algo delante de la cámara para ver si funciona?

Estaban probando el dron que habían "cogido prestado" del desguace. Pope decía que quería aprender a manejarlo antes de ir a ver el Royal Merchant. Así que allí se encontraban, en el río, mientras JJ molestaba a Pope desde arriba, queriendo tocar cualquier botón del aparato.

Mayven no había hablado con ellos sobre la noche anterior, pero tampoco tenía intención. Ella creía que había sido puntual, por lo que no debía preocupar a sus amigos por algo que no iba a volver a suceder. Y tampoco les había comentado nada sobre a lo mejor tendría que mudarse al centro de la ciudad. Quería saber cuál es la decisión oficial, y como ella era la que se ocupaba de eso, pues todavía no pensaba decirles nada.

Ahora que se daba cuenta, ella tenía muchos secretos que no les había contado a sus amigos. Lo de Rafe, hace poco lo del MP3, lo de la noche anterior, la próxima mudanza... Y no quería saber cómo responderían cuando se enterasen, porque los secretos así no pueden sepultarse durante mucho tiempo.

Los tres amigos bajaron hacia la cámara del dron, haciendo caso a Pope. John B simuló que se lavaba los dientes con su propio dedo, mientras su pelo flotaba alrededor de su cabeza. Kiara solamente saludó, y Mayven decidió levantar su dedo corazón a la cámara. El dron comenzó a moverse hacia otra dirección, y ellos decidieron emerger de allí.

—Dios bendiga a los frikis.— escuchó Mayven a JJ, dirigiéndose al moreno.— De verdad tío, ¿cómo controlaríamos el dron sin ti?

—Técnicamente es un vehículo teledirigido...

—Calla, calla.— le dijo el rubio, dándose la vuelta y apoyándose en la barandilla de madera mirando en dirección al resto de sus amigos, mientras su flequillo caía sobre su frente.— Es demasiado temprano.

—Cuando tengamos imágenes del barco, se las llevamos a un abogado y lo notificamos.— dijo John B con dificultad, mientras los tres se dirigían hacia el punto donde estaban JJ y Pope.

—Vaya mierda, ¿por qué hay que hacer eso?— preguntó JJ, frunciendo el ceño.

—Porque existe la ley de salvamento marítimo.— dijo Pope, apoyándose en la barandilla al lado de JJ.— No puedes bajar al fondo del mar y coger lo que te dé la gana.

—Ya, ya... Pero los abogados no son baratos.— dijo el rubio, siguiendo con su punto.

—Si ven las imágenes lo harán a cambio de una comisión.— les explicó John B.

—¿Y tú cómo lo sabes?— le preguntó Ki, frunciendo el ceño.

—John B, tenemos dieciséis años. ¿De verdad piensas que van a hacernos caso?— dijo después Mayven.— Nadie nunca nos toma en serio. No va a ser distinto en esto.

not ur friend [ jj.m ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora