En realidad no tenía sueño, me quedé despierta dos horas más, pensando en lo que había pasado.
No podía dejar de pensar en sus labios dulces que jugaban con los míos.
《¡BASTA, ______! Es tu amigo, no tu novio...》 me dije a mí misma.
-Aunque quisiera...- susurré, mirando el techo.
《Vos estás en pedo, no te puede gustar Rodrigo》 tenía una batalla conmigo misma.
-¿Quién me va a juzgar de que me guste Rodrigo?- me seguí insistiendo.
《Vos misma te estás juzgando ahora, ¡tarada!》
-Agradecé que no es Abraham- sonreí algo aliviada.
《Por lo menos tenes algo de cordura...》
-Sí...- me acomodé en mi cama y me quedé dormida.
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A la mañana siguiente me desperté con mis cabellos salvajes. Bajé a desayunar así como estaba.
En el comedor estaba mi papá, que se estaba por ir a trabajar.
Él trabajaba de doctor en unos de los hospitales más conocidos he importante de San Fernando.
Mi madre ya se había ido a su trabajo.
Trabajaba de abogada. Ahora tenía un juicio.
-Buenos días, leoncita- su mirada era de dulzura y sonrió.
-Hola- saludé seca.
-¿Queres que te haga el desayuno?- preguntó para que esté menos cortante.
-Lo único que quiero es ir a Argentina- tomé una taza, el embace de leche, una cucharita y cacao en polvo.
Serbí la leche en la taza, acto seguido lo dejé en la mesa, vertí el cacao encima de la leche, revolví con la cucharita y ya tenía mi chocolate frío. O como le decimos en Argentina, chocolatada.
Me senté en frente de mi papá y lo bebí rápidamente para darme una ducha.
Me estaba por levantar del asiento.
-Hija.- llamó desde la silla.
-¿Qué?- pregunté impaciente.
-Tienes un bigote de chocolate- señaló arriba de sus labios. Pasé la mano sobre mis labios y lo miré divertida. Nos reímos.
-Me voy a bañar.
-Okey.
Entré al baño de mi habitación y me empecé a bañar con música. Puse la primer canción de mi lista de reproducciones, "Kiss me slowly" de Parachute.
La canté, hasta que terminé de ducharme.
Fui a mi habitación, abrí mi cajonera, en donde estaba mi ropa interior. Saqué mi sostén y mis bragas.
En el cajón de abajo estaba mi ropa.
Saqué ropa sencilla, unos jeans azules ajustados a mis piernas, una remera rosa oscuro de mangas cortas.
Me sequé el pelo con la secadora, así mis ondas naturales no se notarian demasiado.
En los pies me puse unas zapatillas deportivas, blancas, Adidas.
Agarré mi mochila y estaba bajando las escaleras.
-¡YA ME VOY A TRABAJAR HIJA!- avisó mi papá desde la puerta.
-¡ESTÁ BIEN!- confirmé.
Escuché como se cerraba la puerta. Estaba sola en casa.
Podía quedarme diez minutos más. Me senté en el sofá y prendí la televisión. Puse Disney. Ponía éso cuando estaba aburrida.
《Aburrida, aburrida, aburrida y más aburrida》 mi cabeza estaba aburrida.
De pronto sonó mi celular. Me había llegado un mensaje.
Desbloqueé el celu y entré a Whats App.
Xxx: Hello! Soy Abraham!
《¿Cómo consiguió mi número?》
______: Como conseguiste mi número?
Abraham: Tengo contactos, linda ;)
______: Por favor, nada de linda
Abraham: Como quieras, hermosa :*
______: Ufff! No tenes caso, chauClavó visto. ¿Cómo, mierda, había conseguido, Abraham Mateo, mi número de celular? ¿Contactos? Ñeh... no me interesa.
Miré la hora, podía quedarme cinco minutos más, pero para ir tranquila, apagué el televisor, me paré y salí a la calle en camino al Instituto.
Ése día caminé sola al insti, cuando llegué, Rodrigo estaba hablando con Alba, una amiga nuestra.
Todos los alumnos de nuestra clase estaban en el corredor. Hablando entretenidos.
Alba contó que el profesor no había llegado, ya que su esposa, que estaba embarazada, había dado a luz.
-Bien, me alegro por el profe- sonreí-. Bueno, voy a ir a buscar a Abraham, para estudiarlo.
-¿Estudiarlo?- interrogó Alba.
-Después decile- le dije a Rodrigo, el asintió con la cabeza.
Caminé por el corredor y encontré al niñato, apoyado en su abrazo y adelante suyo, contra la pared, estaba Jennifer, una compañera de nuestra clase, que era rubia y se tiñó sus puntas de azul. Ojos verdes.
-¿Ligando, Chamorro?- puse mi mano sobre su hombro. Él protestó por lo bajo.
-Tranquila, nunca te engañaria- me regaló una sonrisa pícara. Luego giró a Jennifer, puso su mano cerca de su oreja, haciendo que era un teléfono, articuló con sus labios la palabras: "Llámame", le lanzó un beso y le guiñó el ojo.
-¡Ufff!- redondeé el contorno de mis ojos y lo giré bruscamente hacia mí- ¡Escuchame, galán de novela mexicana, barata, a partir de ahora, que YO voy a estar vigilandote, no más ligues, ¿ok?- le di una suave cachetada y le besé la mejilla. Me volteé y fui con mis amigos.
[Narra Abraham]
Simplemente diría, que ______, es bipolar
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Aprendiendo a ser normal~ Abraham Mateo & tú [COMPLETA]
RomanceSinopsis: ¡Y así comienza un nuevo día! ¡Hola! ¿Como estás? Soy ______ (tu nombre) Rodríguez y tengo dieciséis años de edad y vivo en San Fernando, Cádiz, España. Como verán soy de Argentina, ya se darán cuenta de mi acento. Bueno, sucede que me mu...