[Narras tú]
Salí de la habitación, como si nada.
Todos los chicos que habían escuchado los "gemidos", me miraban, de arriba hacia abajo.
Personas que no conocía me saludaban. Éso si era raro.
La fiesta siguió.
Ya eran como las dos de la madrugada, no terminaba, ya me quería ir.
Estaba sentada en el sillón blanco y negro de la casa, tomaba agua, porque después todo era bebida alcohólica.
Vi a Abraham, pasado de copa, con Jennifer, bailando y besándose muy pegados.
《Van a terminar tocándose》 pensé.
Hasta que alguien se sentó a mi lado. Era Joaquín, un compañero nuestro. Era de ésos chicos lindos y callados, pero se acostó con medio mundo.
Él nunca me había hablado. Hasta ése día.
Hablamos entretenidos, me contó que salió con Jennifer y cosas así, hasta que noté que ella se iba, Abe agarra a otra chica y la besa.
Al parecer Joaquín vio lo que veía.
-Ella es Carla, también fue mi novia y fue la última- dijo algo apesadumbrado.
-¿Por que te pones así?- me preocupé.
-¿Tú dices que Abraham se va a acostar con ella?- su tono de preocupación me asustaba.
-¿Por que?- Abraham y Carla iban al pasillo, donde estaba la habitación de Regina- ¿Que pasa si se acuesta con ella?
-Carla...- me miró a los ojos avergonzados y triste, suspiró- Carla me contagió la clamidia.
-¡Mierda!- comenté.
《¿Clamidia? 》 no terminaba de entenderlo.
A ver, para los que no saben que es clamidia, les ahorro el búsqueda por Google: La clamidia es una enfermedad transmitida sexualmente muy común, que es causada por una bacteria.
La bacteria que causa la clamidia es transmitida durante el sexo. Muchas mujeres no tienen síntomas o sus síntomas son muy leves (casi no duelen) Para más información consulte a Google. (Creo que di demasiada información).
No lo podía creer, ¿clamidia, en serio? ¿que tengo que hacer?
-¡Tengo que pararlo!- me paré de un salto y empecé a correr a la habitación.
Había grupos que me impedían el paso, en éso Abraham entraba al cuarto con Carla. Grité su nombre, pero no me oyó.
《¡Mierda!》
Cuando logré llegar a la puerta, la golpeé, grite su nombre, lo más fuerte posible. No me oía.
Pensé en como entrar, hasta que no se me ocurrió otra cosa. La ventana.
Corrí al baño, que quedaba al lado. Salí por la ventana, había una pequeña base. Caminé poniendo un pie delante del otro, como si fuera una cuerda floja.
Cuando llegué a la otra ventana, la abrí.
Quería taparme los ojos pero no importaba.
-¡Abraham, Carla tiene clamidia! - le grité.
Él pareció escucharme. Estaba arriba de ella, ambos en ropa interior, estaban a punto de hacerlo, cuando aparezco yo y lo salvo de una enfermedad grave de transmisión sexual.
《Debería agradecermelo》 pensé.
Abraham se separó de Carla y se vistió.
En éso, ella se sentó en la cama y lo regañaba por confiar en lo que le dije y que yo mentía.
-Vamos a casa, ahora- dijo terminando de ponerse los pantalones.
Asentí, me tomó de la mano y salió, enfadado.
Salimos de la fiesta sin despedirnos de nadie.
Entramos al auto, lo encendió y condució hasta su casa.
El viaje fue en silencio, nadie hablaba, miraba a Abraham.
《¿Enojado? ¿Por que? Debería estar agradecido de que le salve el culo》 mente, tenes razón.
Llegamos a su casa. Estacinó el auto.
-¿Por que estás enojado?- rompí el silencio- No tendrías que...
-Sí, debería y lo estoy- respondió.
-¡Te salvé el culo!- lo regañé.
-No me importa- salió del auto, cerró la puerta y empezó a caminar a la casa. También salí.
-¡Entonces volvé a la fiesta y que te contagien clamidia, si no te importa!
Él entró a la casa y yo también. Nos topamos con Susana. Nos preguntó que nos pasó.
-¡Preguntale a él! ¡Que si quiere clamidia, que vuelva!- contesté.
-¿Que? Abraham- dijo Susana.
-¡Pues habla con ella, que se acuesta con el primero que ve!- sube corriendo las escaleras.
Yo me fui a sentar en el sofá, puse mis codos en mis rodillas y me tapé la cara, maldito estrés.
《Estúpido Abraham》 mi mente ya no lo toleraba.
Susana preguntó si había perdido la virginidad, le expliqué que sólo lo decía para ser alguien, pero me di cuenta que no valía la pena.
Ella me dijo que durmiera, ya que, seguramente, estaría cansada. Me dejó un pijama y se retiró.
《Que mujer tan buena. Abraham no la merece》 pensé, por fin mi mente tenía algo de cordura.
Me saqué la ropa y estaba dispuesta a ponerme el pijama. Pero sentí que alguien me miraba, no le di importancia y me seguí cambiando.
Conclusiones: egoísta, narcisista, dependiente, sexualmente activo, estúpido y muchas cosas más.
《Mañana va a comenzar la operación "Aprendiendo a ser normal"》
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Aprendiendo a ser normal~ Abraham Mateo & tú [COMPLETA]
RomanceSinopsis: ¡Y así comienza un nuevo día! ¡Hola! ¿Como estás? Soy ______ (tu nombre) Rodríguez y tengo dieciséis años de edad y vivo en San Fernando, Cádiz, España. Como verán soy de Argentina, ya se darán cuenta de mi acento. Bueno, sucede que me mu...