Aprendiendo a ser normal~ Abraham Mateo & tú [COMPLETA]

Capítulo 17: "Ésta noche vamos a fingir"

[Narras tú]

-Quiero que me aconsejes...- le pedí.

-Vale... dímelo- insistió Marcus.

-Acá no, en otro lugar- no estaba segura de nuestra privacidad para hablar.

-Vale... hagamos esto, vamos a mi casa después del Instituto y hablamos del problema ¿sí?

Le respondí que a su casa no porque me daba inseguridad, entonces dije que nos veríamos en bar que quedaba a una calle del insti.

Él aceptó y sonó la campana para entrar a clases.

Tods entramos.

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Todo normal ése día.

Estábamos en la clase de geografía. El profe tarareaba "Mi Buenos Aires querido". Sí que se la había pegado.

Mi celular estaba en vibrador, en el bolsillo de mi pantalón.

Me vibró. (No mal pensar).

Lo saqué y era un mensaje de Whats App.

Lo desbloqueé y vi de quién era el mensaje.

Abraham: Hola princesa, sólo quería preguntarte si vendrás a casa después de clases??

《¡Ay, ay, ay! ¿No pudo esperar? 》

______: No podías esperar un rato más? U.u
Abraham: Sí o no?

_______: Después te digo, chau
Abraham: Ok

Levanté la mirada de mi celular y estaba el profesor, ¡MIRÁNDOME!

《¡PUTO ABRAHAM!》mi mente puteaba al niñato imbécil.

-Que no se vuelva a repetir ¿sí, señorita Rodríguez?- me daba miedo su tono.

-Sí, profesor- lo miré con temor.

Se fue.

Observé a Abraham. Él me miró a mí. Lo fulminé con la mirada, él sólo se encogió de hombros.

Pasaron los minutos y sonó la anteúltima campana. Éso significaba que faltaba un campanazo para que sea el último día de clases.

Era recreo.

Hablaba con Alba y Natalia sobre el tema de Abraham. Caminábamos por el corredor.

Y vimos al gilipollas con la pelotuda de Jennifer, besándose.

Sentí rabia, no sé porque, es como que... no hay palabras para expresar lo que sentía. Porque nunca lo sentí, en serio.

Seguí caminando no me importó.

Me concentré en la imagen de ellos besándose. Seguramente éso me dejará secuelas y un gran trauma.

-¿Que piensas de éso, ______?- me preguntó Natalia.

-¿Eh? ¿Que? ¿De que hablan?- no había prestado atención a la conversación.

-Tú siempre en tu mundo- rió Alba. Me encogí de hombros.

-¿De que hablaban?

-Si llegas a enamorarte de Abraham cuando estés todo el verano con él- respondió Natalia.

-Ni en tus sueños, de él nunca me enamoraría.- contesté con firmeza.

-Pero una vez te gustó, ¿por que no otra vez?- Nati estaba muy curiosilla.

-No... él sólo quiere a las chicas para tener sexo.

En éso salió la conversación del sexo. Cosa que me dió asco al principio.

Y ahí me revelaron la verdad... mis amigas... ¡YA NO ERAN VÍRGENES!

Alba la perdió con uno de quinto año, el año pasado. Y Natalia la perdió con Marcus en su casa, a los catorce años. Usemana antes de que cortaran.

《O sea que soy la única virgen... ¡chota!》 Caer en la conclusión es horrible.

Después de una hora de clase, todos salieron del edificio, gritando, saltando, bailando; en resumen festejando.

Adiós Instituto.

Me puse a un costado de la entrada, para esperar a mi consejero.

Miré la puerta y vi saliendo a Abraham y Jennifer besándose.

《Se van a quedar sin aire》 pensé.

-¿Vas a casa?- preguntó Abraham.

-No, después voy- justo salió Marcus y me tomó de la mano y fuimos al bar.

Llegamos al bar.

Pedí un licuado de frutilla y él de naranja y frutilla.

Una vez obtenidos nuestros licuados. Tomé un poco.

-Pues, cuenta- dijo tomando un sorbo.

Le conté que hoy descubrí que de mis amigas, yo era la única virgen. Éso me había afectado.

También le conté que Rodrigo se quería acostar conmigo, pero no estaba lista para perder mi virginidad.

Le contaba todo éso y más, mientras tomaba a sorbos el licuado.

Marcus asentía y bebía su licuado. Me escuchaba.

-¿Debo o no debo perder la virginidad?- puse mis codos en la mesa.

-Bueno... veo que estás en la misma situación que la protagonista de "Easy A"- respondió luego de tomar un sorbo más. 

-¿Que es "Easy A"?- abrí mis manos en el aire. 

Me explicó que era una chica como yo, y que mintió que había tenido sexo con un universitario.

-¿Y yo que podría hacer?- pregunté, la verdad que no me servía de mucho.

-Puedes fingir haber tenido sexo con alguien- contestó terminando su licuado.

-Pero ¿con quién?- me puse a pensar. Ambos, mejor dicho. Hasta que miré detenidamente a Marcus, sonriendo.

-¿Qué?- notó que lo miraba. Luego captó- No, no, no, estás loca.

-Por favor, por mí- le tomé las manos. Marcus lo pensó, y al final dijo que ¡sí!- ¡Ayy! ¡Te adoro! Te basaría ahora mismo, pero me da repulsión- mi felicidad me salía hasta por la nariz-. ¡Te amo, te amo, te amo!

Él acordó que en la fiesta de Regina, o sea la de ésa noche, para festejar el último día de clases, le pediriamos su habitación para tener "sexo" y fingiriamos.

Marcus me llevó a mi casa, en donde estaban mis papás.