Capítulo 35: "El granero"

2.1K 141 12
                                    

[Narras tú]

-Abe, ¿a dónde vamos?- pregunté.
-A mi lugar de pensamiento...- respondió Abraham.

Siguió conduciendo. Cuando me di cuenta, habíamos llegado al campo. El auto siguió andando. Luego de un tiempo de ver casa, campo, campo, campo, campo, casa, campo, campo, campo y más campo, se estacionó en frente de una casa.

-Es la casa de campo de la familia- me dijo, apenas subió el freno de mano-. Nadie nunca viene, así que lo he usado yo por largo tiempo.

Salimos del auto.
La casa de campo era enorme y si que tenía campo. Detrás de la casa había un patio gigante, de unos quince metros y atrás había un granero algo abandonado y pequeño.

-El viejo Mateo tenía una granja. Ia ia oh- canté mientras movía mis brazos como caminando en una marcha, bastante absurda y con una sonrisa fingida como la de "Hola soy Germán", cuando baila "Puddi puddi" .
-¡Ja! Estúpida- rió y caminó con una sonrisa torcida.
-¡Hey! Yo sé que te hice reír- caminé hacia él y le tomé la mano.

Entrelacé mis dedos con los de él, fue sin darme cuenta, miré nuestras manos y Abraham también, luego nos miramos a los ojos.

-Abraham...- dije.
-______...- dijo.
-¡ME ESTÁS TOCANDO! ¡IUUH!- anuncié algo "asqueada" y divertida.
-¡Yo no, tú fuiste!- sacamos nuestras manos y la sacudimos.
-¡Yo no fui! ¡Fue Teté!- reí.

En ése momento empezaron a caer gotas y en pocos segundos cayó un diluvio. Corrimos a la puerta. Abe buscaba las llaves en sus bolsillos.

¿Por que no abre la puerta? ¡ME ESTOY MOJANDO, MIERDA!》me quejé mentalmente.

-No la he traído- Abraham apretó sus labios y sacudió la cabeza. Dejó caer sus manos sobre sus piernas.
-¿Que cosa no trajiste?- me asusté.
-Las llaves- me miró algo avergonzado pero serio.
-Me cago... ¡EN LA PUTA QUE PARIÓ A LA VACA DEL JARDINERO!- grité furiosa.
-¡Ya! ¡Tranquilízate!- alzó sus manos y se encogió de hombros.
-¡Novio de una gran...!- lo quería ahorcar.

Abe me dijo que el granero estaba abierto todo el tiempo. Así que iríamos ahí.

¡Genial! Ahora tengo que estar en un granero y con el chico más estúpido del mundo

Rodeamos la casa por un costado y corrimos los quince metros.
Cuando llegamos, ya estábamos empapados, el viento sopló muy fuerte y daba frío. Abrió la puerta y la cerró. Entramos.
El granero era de madera tenía un poco de paja (la planta)- no sean mal pensadas-, pero no había mucho.

-Deberíamos sacarnos la ropa, para no resfriarnos- comentó Abe, subiendo las escaleras-. Aquí hay mantas.

Subí junto a él, traumada, cuando llegamos a arriba. Vi a Abraham sacándose la remera, me ardían las mejillas.

-¡Andá!- se volteó a verme- ¡Sacate la ropa!

Se sacó los pantalones, las zapatillas y se volteó a mí, en boxers, grises por cierto. Se estaba tocando el elástico del boxer, puso su dedo pulgar por debajo y se lo estaba bajando.

-¡Ay, dios mío!- puse las manos adelante de los ojos, tapando mi visión- Que repulsivo.

Me di vuelta, agarré una manta y me desvestí, me puse la manta alrededor de mi cuerpo, seguíamos mojados por la lluvia, Abraham se tapó con otra.
Yo estaba temblando de frío, y éso que es verano.

-¿Tienes frío?- preguntó Abraham con la manta sobre sus piernas.
-Un poco...- respondí.

Apenas escuchó mi respuesta, se corrió a mi lado y me abrazó, poniendo mi cabeza sobre su pecho. Escuché su corazón latir, dentro de su pecho desnudo. Se me erizaron los bellos de mi cuerpo.
Él tomó mi cuerpo y lo acostó, junto al de él. Seguía abrazandome. Había un silencio muy profundo.

Aprendiendo a ser normal~ Abraham Mateo & tú [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora