Capítulo 50: "Apareciste otra vez..."

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[Narras tú]

  Me desperté entre sábanas blancas y sentí una leve presión sobre mi cintura. Miré qué era; era un brazo.
  Seguí el brazo hasta llegar al rostro de la persona, era el brazo de Abraham.
  Él estaba dormido, profundamente dormido.

  «Se ve tan... tierno... » pensé, me sonreí.

  Busqué con qué taparme para levantarme. Mi sostén estaba cerca mío, al igual que mis bragas. Me los puse, caminé hacia una cómoda de Abe, abrí un cajón y saqué una camiseta larga, que me tapaba el trasero. Era blanca.
  Salí de la habitación, con mucho cuidado, fui a buscar mi celular a mi habitación y bajé las escaleras.
  Mientras bajaba los escalones, apreté el icono de WhatsApp y seleccioné el chat con Aranza.

  ______: Anoche Abraham me llevó hasta las estrellas...
Aranza: No... mames... OMG! NO ME DIGAS QUE...!
________: OH YEAH!

  Todo parecía normal, los padres de Abraham no volvieron aún.
  Alguien tocó el timbre y por miedo de que Abe se despertara, troté hacia la puerta y la abrí...

  «No puede ser...»

  -¿Qué hacés acá?- le pregunté sorprendida.
  -Te extrañaba preciosa.
  -Rodrigo...- sólo pude decir su nombre con muchísimo terror.
  -¿Sólo dices mi nombre?
  -¿Qué querés? ¿A qué viniste?- tenía miedo de que Abraham lo viera.

  Rodrigo me explicó que volvió hacia mí, porque en el tiempo sin mí, él me extrañaba muchísimo y quería recuperarme o como dijo: "Quiero recuperar lo que es mío".

  «No soy trofeo de nadie, ni arte en museo, ni escultura en galería, soy una persona, no un objeto... además en el tiempo todo puede pasar... »

  Apenas terminó de decir que él es mi dueño, indirectamente, dio un paso firme hacia mí, retrocedí asustada, cerró la puerta azotándola, se me acercó con sus manos para tomarme de la cara, me acercó la cara y me robó un pico, lo empujé, ya que no lo amo más. Pero Rodrigo me tomó de la cintura, me arrastró hasta la pared y me miró con deseo.

  -¡RODRIGO! ¡SOLTAME! ¡NO!

  Pero no me soltaba, quería lograr su objetivo, que yo sea suya.
  Cerré mis ojos, no quería verlo. No lo reconocía, si era por mí podría decir que no lo conocía y era un extraño para mí.
  Se me acercó al oído y me dijo:-Te sigo amando, ______.
  Se alejó de mí y me acarició la mejilla, lo miré.

  -Te amo, y realmente me arrepiento por haber actuado como un idiota...- casi era una súplica.
  -Lamento decirte que tu tren ya pasó y su corazón ya tiene dueño- le respondió.

  No podía ver quién era, pero por su voz supe quien era.

  «Abraham...» me sonrojé y sonreí internamente.

Rodrigo se volteó y lo miró.

Hubo un silencio muy incomodo que invadió la habitación. ambos se miraban con enojo, furia, rencor... los ex amigos se volvieron a unir para pelear por una chica que no quiere tener nada que ver en esa situación. 

Abraham le pidió a Rodrigo que me soltara, pero él se negó y no quiso soltarme. Yo solo quería salir de ese cuarto y no ver lo que iba a suceder.

-Suéltala, ahora- volvió a repetir.

-¿Quién eres para decirme qué hacer?- le interrogó para enfrentarlo.

Abraham me miró algo avergonzado, tímido, con tristeza, alegría, miedo... no sé cuál era el sentimiento que sentía él en ese momento... 

Abe miró a Rodri y tomó aire. Su pecho se infló y en un hilo de voz dijo: -Soy su... soy su novio.

Algo pasó en mí, algo que me estremeció el cuerpo y me llenó de alegría mi pecho. Él había dicho que es mi novio... eso implicaba que yo... ¡SOY SU NOVIA!

<<¡SOY SU NOVIA! ¡SOY SU NOVIA! ¡SOY SU NOVIA!>> canturreé por dentro.

Pude esbozar una sonrisa que le dio, creo, algo más de felicidad y valentía a mi supuesto "novio".

Rodrigo quedó pensando con el ceño fruncido. Volteó a verme, yo lo miré a los ojos, se veía triste, me soltó y me dejó. Bajó la cabeza y observó el suelo por unos segundos susurró un "Bien", caminó rápido hacia la puerta, la abrió y al salir azotó la puerta con fuerza.

Solté un suspiro aliviador al mismo tiempo que cerré levemente los ojos. Abraham hizo mi misma acción. Se acercó a mí y me abrazó y yo a él.

-¿Estás bien?- me preguntó.

-Si... aliviada...

-Bueno... ¿Quieres desayunar- me interrogó nuevamente.

-Si... ¿cereales?

-Vale.

Caminamos hacia la cocina, tomamos dos tazones, dos cucharas, los cereales, la leche e hicimos nuestro desayuno. 

Abe lo había terminado antes que yo, se puso atrás mío y me abrazó de la cintura y me susurraba cosas románticas y cosas como: "Me encantó lo que hicimos anoche juntos" o "Quisiera repetirlo otra vez...". Con todo eso que me decía me excitaba. 

Me di vuelta, lo besé salvajemente, lo abracé por las caderas con mis piernas, él me sostuvo del trasero y comenzamos a "hacerlo" con ropa, o como lo decimos en Argentina estábamos cepillando xD.

-Bueno, ya está amor, tengo que tomar mi desayuno- le dije separándome de él y regalandole una sonrisa de satisfacción. 

-Yo ya me desayuné a un bomboncito...- me contestó.

-No seas ridículo- le respondí entre risas.

-Jaja no lo soy.

Fuimos a sentarnos al living a desayunar, mientras que mirábamos televisión.

Quise preguntarle lo que dijo hace unos instantes.

Esperes... ¿le dije amor hace unos minutos? ¡OMG! ¿¡QUÉ DIGO!?

-Abraham... ¿por qué dijiste que soy tu novia?

Él solo me miro algo nervioso.

-Es que... no sé...

-¿Somos algo?- le volví a preguntar.

Necesitaba esas respuestas... no podría tolerar que esas preguntas me carcomieran por dentro.

-Lo dije porque...- soltó una pequeña risita- porque realmente me gustas, ______.-me quedé mirándolo sorprendida.sorprendida. Abraham se paró, se arrodilló y me tomó las manos- ______, ¿quieres ser mi novia?

Sonreí y se me llenaron los ojos de lágrimas, aunque esta no era la propuesta más única del mundo y la más original, me llenaba de alegría.

Aprendiendo a ser normal~ Abraham Mateo & tú [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora