Aprendiendo a ser normal~ Abraham Mateo & tú [COMPLETA]

Capítulo 7: "De Guatemala a Guatepeor"

[Narra Rodrigo]

Rodrigo: En dónde estás?
______: Estoy en la biblioteca

《¡Pues claro! Estaba en un lugar del Instituto que nadie entraba seguido》 pensé.

-Está en la biblioteca ¡vamos!- les dije a los chicos y corrimos hacia allí.

La biblioteca quedaba en el segundo piso del edificio.

Corrimos lo más rápido posible. Entramos. La biblioteca tenía dos pisos y millones de estanterías.

-¿______?- la llamé, pero la bibliotecaria me hizo callar- Lo siento...- les hice señas a los chicos para que se acercaran a mí- ¡busquenla!- susurré y nos esparcimos por la biblioteca.

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Pasaron unos minutos sin encontrarla.

Decidí subir al segundo piso, revisé todos los lugares.

《Creo que me doy por vencido...》 susupiré.

Llegué hasta la punta del segundo piso, giré y allí la vi. En un rincón entre un estante y la pared.

-¡______!- exclamé por lo bajo, troté hacia ella y me puse en cuclillas en frente de ella.

-¿Qué me pasa? Soy una estúpida...- su cabeza estaba entre sus piernas y estaba abrazada a ellas, por su voz se notaba que había llorado.

-No, no lo eres- acaricié sus brazos.

-¿Qué tiene Jennifer conmigo? ¡No le hice nada!- levantó su cabeza, tenía algo del licuado en su rostro y yo se lo limpié con el dedo pulgar.

-No sé cuál es el problema contigo, pero creo que está celosa...- le regalé una sonrisa de cariño.

-¿Celosa? ¿Celosa de que?- me miró con sus ojos llorosos.

-Porque tú, eres muy bonita, más hermosa de lo que puedes imaginar, porque no hay palabras para explicar tu belleza...- la tomé del mentón, ella sonrió y la besé.

Dejó que la besara y también me besó. Sus labios eran deliciosos, amaba sus labios y eran perfectos, y también estaban ricos por el licuado de fresa que tenía.

Nos separamos lentamente.

-Ahora, ¿sabes lo que tienes que hacer?- le hice una adivinanza.

-No...- sonrió dulcemente, como ella sabe sonreír.

-Ir a bañarte, porque el olor a fresa se sentía a kilómetros- sonreí divertido y parpadeé despacio. Ella rió un poco y la ayudé a pararse.

-Gracias Rodri...

-De nada, preciosa

[Narras tú]

Rodrigo me animó. Él siempre sabe cómo animarme, es muy dulce de su parte.

Corrí hacia las duchas del gimnasio, obviamente que a las duchas de mujer.

Antes de ir a las duchas había pedido ropa prestada a la Secretaría del Instituto.

Me dieron unos jeans negros y ajustados, una blusa blanca clásica con adornos en la tela, casi no se notaban y unos zapatos sin taco de color piel.

Dejé todo preparada la ropa y una toallón para cuando salga de ducharme.

Escuché que alguien entraba unos minutos y salía. No le di importancia.

Salí de la ducha, en frente estaba los bancos en donde estaba mi ropa, la prestada y el toallón.

-¿Y mi ropa? ¿Y la ropa prestada?- miré a todos lados y no estaban- ¡Mierda!- exclamé- Bueno... por lo menos tengo mi toallón- agarré lo que se suponía que era un toallon, pero me di cuenta que era una toalla (o sea, los toallones son los grandes con los que te cubrís todo el cuerpo y la toalla es con la que te secas el pelo, pero es mucho más chica)- ¡LA PUTA QUE TE PARIÓ!- grité- ¿QUIÉN HABRÁ SIDO LA DESGRACIADA?- en ése momento escuché voces que entraban al baño, pero no eran femeninas, ¡ERAN VOCES DE LOS CHICOS QUE VOLVÍAN DE ENTRENAR!

《¡MIERDA! Y AHORA, ¿EN DÓNDE ME METO?》 Pensé rápido y me metí otra vez en la ducha, cubriendome con la puta toalla. Estaba aterrada.

De pronto, escuché la voz de Marcus. El capitán del equipo de basketball. No es mi amigo, pero hablamos mucho por Whats App.

Abrió la puerta de la ducha y corrió la cortina. Se estaba riendo de algún comentario de uno de sus compañeros, cuando me vió en la ducha desnuda se paralizó y se sonrojó, le hice señas de que entrara a la ducha y que no diga nada.

Él cerró la cortina se empezó a desnudar y se metió conmigo a la ducha.

《Okey... esto es vergonzoso... te Guatemala pasamos a Guatepeor...》