Capítulo 3: "¿Que sabor tendrán?

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[Narras tú]

Supongo que ahora debería ir a la casa de Rodrigo para contarle que soy el ejemplo a seguir para Abraham, el niñato más grande del Instituto》 pensé mientras estaba caminando hacia la casa de Rodrigo que quedaba a tres cuadras de la mía. 《¡Mierda! No voy a ir a Argentina... casi toda mi familia está allá ¡TE ODIO ABRAHAM! 》 apreté mis labios si, con furia. Tranquilicé mis pasos. Paré en seco.

-Mi Buenos Aires querido... cuando yo te vuelva a ver...- mi voz se quebraba por el llanto, bajé mi cabeza y dos lágrimas recorrieron mis mejillas y cayeron en  la acera.

Vamos, ______... faltan pocos pasos para llegar a la casa de Rodrigo. 》 me animé y seguí caminando, tratando de contener mis lágrimas.

Llegué al frente del portal de la casa de mi amigo. Subí los tres escalones, avancé unos pasos más para tocar el timbre.

En pocos segundos me abrió la puerta, justamente Rodrigo.

-¡Preciosa! Y, dime ¿que ha pasado? ¿que te han dicho?- se notaba que estaba preocupado. Yo solo lo miré a sus tiernos ojos color avellana, que me observaban penetrantes, como si con sus ojos tratara de sacar las respuestas a las preguntas que él me dijo, sus ojos acariciaban mi rostro, con cada movimiento que hacían en mi cara.

Miró mis ojos, luego mi boca, después volvió a los ojos y recorrió mi cara con su mirada.

Se me humedesieron los ojos y comencé a llorar. Me avalansé hacia él, lo abracé y apoyé mi cara entre su hombro y su cuello.

-Tranquila- me susurró al oído y me abrazó por la cintura-, todo va a estar bien.

En el pórtico de su casa había sillones de jardín, me llevó a uno de ellos y me sentó, él se puso en cuclillas en frente de mí y me tomó de las manos.

-Ahora, cuéntame ¿que pasó?- su mirada trataban de buscar mis ojos. No respondí nada- Te traeré agua, de mientras, tranquilizate, ¿sí?- yo asentí con la cabeza.

Sólo tardo unos tres minutos, logré tranquilizarme, pero seguía llorando. Él me trajo un vaso con agua, me lo entregó y bebí.

-Ahora, ¿ya estás calmada?- me volvió a interrogar, se ponía en cuclillas de nuevo en frente de mí.

-Sí- dije, lavanté mi vista y encontré sus ojos.

-Pues, dime- me tomó la cara y alzó sus cejas.

Le expliqué que tenía que posponer mi viaje a Argentina para ser la tutora de actitud personal de Abraham y que tendría que pasar todo el verano con él.

La cara de asombro y de poca creencia a lo que yo le estaba diciendo a Rodrigo era inigualable.

-Tengo que estar con él estúpido niñato, todo el verano- mis lágrimas caían más rápido y con mis dos manos me tapé la boca y la nariz.

-No llores...- me rogó Rodrigo acariciandome la mejilla.

[Narra Rodrigo]

La veía más decaída que nunca. Su felicidad de una niña de seis años se había esfumado. Ella siempre reía y sonreía y cuando recibía una noticia triste o mala ella era la más fuerte.

Verla llorar así era horrible. Se veía vulnerable.

-No llores...- le tomé la cara y acaricié lentamente su mejilla. Su carita empapada de sus lágrimas era preciosa pero entristecía. Hasta sus labios estaban mojados, ya que los lamia cuando una lágrima se posaba sobre su labio y probaba lo salada que era.

Sin pensarlo, la acerqué un poco a mí y yo a ella y la besé. Se dejó besar. Sentía como mis labios acariciaban los suyos y comencé a jugar con sus labios lentamente, para que el beso durara un poco más. Sentía como su respiración era lenta.

Nos separamos suavemente, apoyé mi frente en la de ella con los ojos cerrados y mi respiración, por alguna razón extraña, comenzó a acelerarse.

[Narras tú]

Nunca pensé que Rodrigo llegaría a besarme.

Siempre que hablaba con él y nos quedábamos viendo detenidamente, miraba primero sus labios. Tenía una pregunta en mi cabeza, siempre la tenía en mi mente: 《¿Qué sabor tendrán los labios de Rodrigo? ¿Besará bien? 》, ésas preguntas se respondieron con ése beso.

Él se apoyó en mi frente y su respiración aceleró.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- sus ojos estaban cerrados.

-Todas las que quieras- imité su acción.


HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO!}

Aprendiendo a ser normal~ Abraham Mateo & tú [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora