Aprendiendo a ser normal~ Abraham Mateo & tú [COMPLETA]

Capítulo 16: "Fase 1, en pie y mis amigos"

[Narras tú]

Llegamos a la esquina del Instituto. Abraham me dijo que caminara primero para que nadie diga que estábamos juntos.

Comencé a pensar si se avergonzaba de que esté a su lado. Se lo pregunté. Él respondió que no, pero aún así miraba a todos lados, para ver si alguien nos veía.

Acepté lo que dijo y caminé a trote, para que él entrara rápido.

En la entrada estaba Rodrigo, Alba, Federico, Gonzalo, Natalia (la novia de Gonzalo) y Sarah (prima de Natalia).

Los saludé a cada uno y comentábamos que era el último día de clases.

Natalia sacó la charla de que había que juntarnos en las vacaciones. A lo que todos asintieron con un sí.

-¡Ouh! Chicos, yo no puedo- respondí tocandome la frente con los nudillos de la mano.

-¿Por que?- preguntaron todos al unísono.

-Tengo un dilema...

-Cuéntanos- pidió Federico. A éso llegó Abraham con su grupo de gilipollas y prostitutas. Se saludaban chocando las manos.

-Ahí tienen la respuesta- lo apunté con la cabeza.

-¿Que tiene el niñato?- interrogó Gonzalo.

Les expliqué que era lo que cagaba mis vacaciones, mi viaje a Argentina y mi vida entera. De éso me arrepentiría para toda la eternidad.

Los chicos me consolaron y me prometieron que me ayudarían en todo. Les agradecí y queríamos entrar al edificio.

El grupo del estúpido estaba al lado del nuestro. En lo que veo que Jennifer se acerca corriendo a Abraham y lo besa sin previo aviso. Ella lo abraza de las caderas con sus piernas y él la tomaba del trasero. Uniendo sus bocas.

Se notaba que era un beso de lengua. Por lo cuál me estremecí del asco y sentí como angustia. Pero nada quebrantaba mi espíritu y entré con los chicos.

No les dije como eran mis amigos ¿no? Bueno, se los voy a decir.

Empecemos por Alba. La pequeñita jaja. Ella tiene un gran sentido del humor. Es muy bajita, me llega por los hombros o un poquito más.

Es morocha, se tiñe las puntas de cualquier color raro y, sorprendentemente, ¡SIEMPRE les queda bien!

Ahora tiene las puntas de estilo californiano.

Siempre se maquilla muy poco. Generalmente los ojos.

¿Algo que nunca le debe faltar? Su bincha de moño azul. Siempre consigue combinarlo con algo.

Es de Sevilla, pero se mudo porque sus papás se divorciaron y, actualmente, vive con su mamá y sus tres hermanitas.

Se mudó a Cádiz cuando tenía diez años.

Sigamos con Federico. El intelectual del grupo. Siempre hay uno, en éste caso es él.

Es el más alto de todos.

Tiene jopo rubio y ojos celestes. Bien bonito.

Siempre usa camisas muy formales y jeans azules, ésa era su moda.

Él es de Italia, Venecia. Pero se mudo a España por el trabajo de sus padres, a los siete años.

Actualmente vive con sus papás y sus hermanastros. Ellos son adoptivos y son mellizos. Ambos pelirrojos, pero uno con ojos azules y el otro con ojos verdes.

¿Algún secreto? Está locamente enamorado de Alba, pero no se lo dijo.

También está Gonzalo.

Pelo castaño, ojos marrones con verde.

Es de mi altura.

Su estilo es friki, pero hipster. Es muy gracioso y gran consejero.

Es de Cádiz. Conoce a Rodrigo desde que nacieron, ya que su mamá es madrina de Rodri.

¿Algo obvio? Ellos dos son como hermanos.

Sigue su novia, Natalia. Es pelirroja, ojos verdes.

Es bastante popular he inteligente.

Salió varias veces con Gonzalo cuando tenían trece. Pero después salió con Marcus, el capitán del equipo de basketball (seguro que se acuerdan de él), hasta que cortaron y volvió con Gonza a los catorce.

Hoy es su aniversario de novios.

¿Algo casi no creíble? Ella solamente salió con dos chicos en toda su vida.

Está Sarah, prima de Natalia. Es casi igual que ella, sólo que tiene quince años y es más bajita.

No tengo mucho que decir con respecto a ella. Sólo que es muy gentil y amable. Sigue teniendo ésa pizca de niña.

Y ellos son mis amigos :3

Bueno, volviendo a mi día.

Actué como siempre y Abraham también, no hubo nada raro en clases.

Nadie hablaba de lo que había pasado ayer, con mi comida.

Me crucé con Marcus.

-¡Marck! ¡Marcus!- lo llamé.

-¿Que tal, bonita? ¿Disfrutaste lo de la ducha?- quiso hacerse el gracioso. Le tapé la boca con mi mano.

-Calladito te ves más bonito, dijo burro ¿no?- aclaré.

-Pues, coño, perdóname- le saqué mi mano.

-Bien...

-¿Que sucede?- al parecer notó que estaba algo preocupada.

-¿Te conté sobre el niñato?

-¿Que pasó con Abraham? ¿Te ha hecho algo?- negué con la cabeza.

-Quiero que me aconsejes...- le pedí.

-Vale... dímelo.