Capítulo 29

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–Bueno, y a todo esto ¿Cuál es la razón de estar aquí? –pregunto al recordar la llamada en la que me invitó, en dónde dijo que está salido tenía un motivo especial.

–¿Debe haber una razón? –inquiere divertido.

Me levanto de su hombro y con mis manos tomo su rostro, obligando lo a mirarme.

–¡Sí! –exclamo dramáticamente y frunzo el ceño–. Me dijiste que me tenías una propuesta importante que hacerme. –le recuerdo impaciente.

–Ahhhh eso – finge dudarlo.

Se pone de pie, y se aleja unos cuantos pasos. Me levanto, me acerco, y lo obligó a girarse.

–Ya vamos, dime. –imploro haciendo pucheros.

–Mmm, es que no lo sé... –se hace el difícil, logrando que no curiosidad se alimente más.

–Muero de la curiosidad, por favor dime, por favor, por favor. –uno mis manos, insistiendo.

–Bueno, bueno, ya que súplicas –dice dramático, lo empujó y el ríe tiernamente–, te quiero proponer que me acom... –frena repentinamente y parece recordar algo– No, sabes que, –se empieza a alejar– espera aquí.

–¿Qué? ¿A dónde vas? –doy un paso hacia él, pero el levanta la mano para que no siga.

–Solo aguarda un poco, no tardo –Veo como se aleja entre la gente sin darme respuesta.

– ¿Qué pasó? –me pregunto así misma. No sé si esperarlo o levantarme e ir tras él.

–Seguramente va a traer algo. –una voz suave que he escuchado anteriormente dice tras de mí.

Giro, esperando encontrar a la persona que acaba de hablar, y me encuentro con aquella chica. La que estaba con Jean hace un momento.

Anteriormente la había visto de lejos, o en tiempos muy cortos, sabía que era bonita pero no tanto.

Es bastante linda, un poco más alta que yo, por lo que tengo que inclinar mi cabeza para detallarla bien. Su piel es un poco más oscura que la mía, tiene unos enormes ojos color verde y bajo a ellos unas ligeras ojeras que me hacen pensar que hace mucho no descansa bien. Sin embargo, no afectan para nada su aspecto seguro y fuerte.

¿Cómo era su nombre?

–¿Có... cómo dices? –preguntó insegura con un hilo de voz, su presencia es tan imponente que me logra hacer sentir un poco intimidada, sin embargo su sonrisa me da un poco de confianza.

–Tal vez fue a traer algo, para hacerte la propuesta –dice cálidamente y me da una sonrisa amigable.– Es algo normal en él. –asegura.

–Oh ¿Qué cosa? –inquiero con tono débil.

–Ser especial. –responde como si fuera obvio. Algo dentro de mi grita "¡alerta, peligro!". –Es un gran chico, realmente vale la pena. –suspira y sonríe.

¿Cómo habla con tanta seguridad de él?

¿Y si fueron pareja anteriormente? No, ¿O sí?

Bajo la mirada, pensando en una posible respuesta. Pero si realmente quiero conseguir una, la única forma es investigando, y qué mejor manera que averiguando con ella.

–Vaya, parece que lo conoces muy bien. –digo tratando de sonar casual, como si no tuviera desconfianza.

–Sí, demasiado –asegura, pero luego su sonrisa se desvanece un poco– bueno... no puedo decir que ahora lo conozco demasiado, tal vez ha cambiado, no lo sé. –¿Cómo que ha cambiado?– Hace ya, un largo tiempo me alejé de él. –agrega fría, ¿Cómo si estuviera lastimada?

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