Capítulo 14

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Avril

Ya pasaron 7 minutos y sigo en el baño, estoy aquí desde que Jean me vio, y dejó a su amiguita para perseguir me. No sabía a dónde esconderme hasta que vi el baño de damas. 

Mala opción, ahora estoy acorralada. Cuando iba a salir lo encontré esperando en la puerta, no sé si siga ahí pero prefiero esperar.

Escucho como la puerta se abre lentamente– ¿Cómo se atreve a entrar a un baño de mujeres? –suscito molesta

–¿Disculpa? –una joven me mira confundida con la ceja arriba.

–¡Oh no! Discúlpame, pensé que era alguien qué, está buscándome. Hace tiempo está afuera y pensé que se había cansado de esperar y... perdón –digo avergonzada

–No hay nadie afuera. –me da una mirada extrañada, hace que me sienta como una loca.

–Ahí debe estar.

–Te digo que no –dice mientras qué se asoma nuevamente por la puerta– no hay nadie.

–¿Segura?

–Mmm si. No hay ninguna persona esperando afuera.

–¿Ah no? –no sé si me alivia que se haya ido, o me lastima que no se haya quedado– bueno, gracias.-paso por su lado y ella me sigue mirando como si estuviera loca- Nuevamente me disculpo, adiós –digo antes de salir del baño.

Miro por todos lados antes de avanzar y no lo veo, me centro en el bar y tampoco lo encuentro, ni a él ni aquella chica. Seguramente ambos se fueron juntos.

–¡Avril! –me Toma del hombro bruscamente y me asusto– joder niña, ¿qué no me escuchas? –dice Gala– llevo rato buscándote y cuando te encuentro, te llamo y sigues alejándote.

–¡Pues con este ruido es imposible escuchar! –hablar aquí es inútil, se necesita gritar para que te puedan escuchar, y eso, solo las personas que están muy cerca. –¿Ya nos vamos? – pregunto con esperanza de que me diga que sí.

–¿Qué? ¡No! –dice riéndose– esto apenas empieza. Vamos a comer algo.

Nos dirigimos a la mesa en dónde está Marce, tomo asiento al lado de ella al igual que Gala.

–¿Saben algo de Karen? – sé que está con Edwin, pero me preocupa, ella es un poco alocada, hay que vigilar la para que no cometa una locura.

–Ya la llamé, dijo que ya viene –dice Marce, y suspiro aliviada. En cuanto no salga de este lugar con Edwin, todo está bien.

–Sí, ahí viene y no sola. -dice Gala y se levanta del asiento- ¡Hola! ¿Qué tal?

–¡Gala, qué sorpresa! no sabía que venías a esta discoteca –dice Edwin, está parado justo detrás de mí.

–Es la primera vez que vengo y no está nada mal. En cambio sí me parece una gran sorpresa que tú estés en una discoteca. – Bufo.

Puedo apostar un dedo que Edwin se la pasa de discoteca en discoteca. De borrachera en borrachera y de cama en cama.

–Bueno, que puedo decir...–se me eriza todo el cuerpo al escuchar su voz, giró hacia atrás para ver a Jean parado al lado de Edwin– sí, no es lo mío pero aquí estoy. – alza los hombros, y me mira. Me giró rápidamente dándole la espalda.

¿Qué hace aquí? Pensé que se había ido con su amiguita. Pues no, está aquí.

Gala ríe escandalosamente–Tú y Avril son tal para cuál, ¿no piensas igual Avril?

No digo nada.

–Sientense, vamos a pedir algo para comer –dice Karen, quien se sienta al lado de Gala, y en continuación Edwin y Jean. De forma que él queda frente a mi.

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