–¡Te invitó al baile! –grita fuertemente, emocionada– ¡Lo sabía! –agarra la almohada y la abraza fuertemente.
–Siempre lo supiste. ¿Por qué no me lo dijiste?
–Quería que fuera una sorpresa. -Hace un pequeño baile.
–Vaya que lo fue. –bajo la voz– No pensé en ningún momento que esa fuera su propuesta.
Marce deja a un lado la almohada.
–¿Qué tienes? –frunce el ceño, y se acerca. Me toma de los hombros y analiza mi expresión– ¿No estás emocionada?
–Sí. Claro que sí, es que...
–Espera, Avril. -Ordena con un tono de amenaza. Me observa fijamente y una expresión de asombro pasa por su rostro- ¿¡Le dijiste que no!? -Grita fuertemente.
–¿¡Qué!? ¡No! –exclamo– ¿Cómo crees que me pude haber negado?
–Ufffffff -Exhala escandalosamente- Es que no te veo emocionada, para nada.
– Lo estoy, solo qué, no había pensado en que este es el último año de Jean. Y no falta mucho para que termine, ¿Qué pasará cuando ingresé a la U?
–Ohhhhh, ya veo. -Marce asiente lentamente.
–No pensé en eso hasta ayer en la noche. Y ahora es, un algo constante que está en mi cabeza.
–¡Pero eso no afectará en nada, Avril! -pone su mano sobre mi hombro-. También sentí una preocupación al pensar que me alejaría de Gala, pero si ambas ponemos de nuestra parte todo saldrá bien. Jean te quiere mucho, te adora, las cosas no cambiarán si ustedes así lo quieren.
–Okey, –suspiro aliviada– no tengo de que preocuparme entonces. –miro el collar que Jean me dió, y sonrió convencida de que nada puede salir mal, igual falta en buen tiempo para eso.
–Más bien, ya mañana empieza a disfrutarlo en el instituto, aprovecha el tiempo que puedas con él.
Y sí, mañana volvemos a clases, y pensar que estás vacaciones dejaron tantos momentos especiales hace que mi pecho se apriete. Me gustaría que nunca a acabarán, que se extendieran por años y que mi única preocupación fuera, ser cada día más feliz... a su lado.
***
Y volvemos a lo mismo.
Apago la alarma, y me levanto, me estiró un poco y voy al baño. Espero encontrar en el reflejo del espejo a la típica loca con ojeras, despeinada y demacrada que suelo ser todas las mañanas pero, aunque si estoy demacrada, hay algo nuevo, algo que me hace tener energías y querer apresurarme a llegar al instituto.
Verlo a él... Vaya que las cosas han cambiado.
Reproduzco mi playlist y entro a la ducha.
Cinco canciones.
Es mi momento de salir. Me pongo mi uniforme, me peino, y pongo un poco de color sobre mi piel.
Estoy apunto de bajar a desayunar cuando recuerdo, el regalo más importante que ahora tengo. Me acerco una vez más al espejo y me lo pongo en el cuello.
Ahora sí, vamonos.
Luego de media hora, finalmente estoy aquí. En el instituto.
–Hola, ¿Cómo estás? –giro y veo a Karen, que como siempre está reluciente, su unirme impecable, un poco revelador. Le encanta alborotar a la chicos.
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Te encontré.
Teen Fiction- No te termino de entender Avril...-Busca mi mirada, pero yo evito la suya a toda costa. - No me importa sí me entiendes o no. - Pero a mí sí...-se acerca a mí y toma mi rostro con ambas manos- ¿a qué le tienes miedo? Sí tú me quieres y yo te quier...