–Hey, hola Jean, pensé que no me llamarías –rio nerviosamente.
Su respuesta no es rápida, por lo que me pongo más nerviosa aún. Estoy apunto de entrar en una crisis por el silencio tan incómodo que se ha extendido.
–¿Jean? –lo llamo suavemente, suplicando una respuesta pronta.
Trato de volver mi respiración ligera, aunque está hecha un desastre, ¿cómo no? Si hace unos minutos estaba saltando como loca por toda la la habitación esperando esta llamada.
Escucho como se aclara la garganta antes de pronunciar palabra–¡¿Cómo qué "Jean"?! Jajajaja no me digas que estás esperando su llamada Avril –grita la persona al otro lado del teléfono.
Estoy sorprendida. El alivio recorre mi cuerpo rápidamente, y exhalo fuerte.
–¡¿Karen?!
–¡Estás que vuelas querida! ¿Ya hacen llamadas y todo? Guau, estoy sorprendida.
–¡Oh Karen! –Exclamo alegre– no sabes lo nerviosa que estaba, mis manos están pegachentas de tanto sudar. –suelto grandes carcajadas.
–Jajaja bueno, eso es asqueroso.
–¡Gracias a Dios eres tú!, pensé que él se estaba burlando, o no lo sé, ni siquiera sabía qué pensar, estaba temblando por el largo silencio, y, fue horrible –rio—. ¿Por qué carajos no hablabas?
–Pues ¿qué esperabas?, estaba sorprendida al escuchar que nombraste a Jean, pero sobretodo, me sorprendió el tono con que recibiste la llamada, fue bastante tierno y tímido.
–Oh ¿En serio?
–¡Si! – dice como si fuera muy notable.
–...
–Y como tú no me cuentas nada, pensé guardar silencio y escuchar qué tenías por decir. Tal vez una declaración de amor o algo por el estilo– ríe fuertemente.
–No... cómo crees.
–Avril, solo explícame una cosa, ¿Cómo hace unos días hablabas de él como si fuera un pequeño insecto insignificante, y ahora, te vuelves loca solo por hablar con él?
–Bueno... –no sé qué decir. Ni yo misma sé la respuesta.
–Tranquila, yo sé la respuesta correctamente.
–¿Ahh si? Dime cuál es entonces –digo con tono fuerte y agresivo.
–¡Te gusta! Siempre lo sospeché de él –¿De él?–, ¿pero de tí? Jamás amiga.
–No sé a lo que te refieres.
–Ay por favor, lo sabes muy bien –y aunque no la puedo ver, sé que su expresión es de complicidad.
–No...
Bufa– Ash ¿No tengo razón?
–¡Pues te equivocas! No sé de dónde sacas esas ocurrencias tan ridículas–mascullo.
–Avril...– trata de decir algo pero ya quiero colgar, así que voy al grano.
–¿Para qué me necesitas?
–Wow, espera –rie nerviosa.
–¿Me vas a decir para que me llamaste o no?
–...–escucho como suspira- bueno, te quería invitar a una fiesta. Sé que no te gustan los lugares con mucha gente pero, pensé que querrías salir de casa, ya sabes, a pasar el rato. –dice desanimada.
–Ya veo.
–Irá Gala, y está en proceso de convencer a Marcela...
Karen es bastante impertinente, pero no merece que la trate así. Me siento mal.
–No tienes que ir si no quieres.
–No, no. Claro que iré, quedamos en compartir el receso juntas, ¿no es así? –trato de sonar bien, y hacer como si no hubiera existido la conversación de hace unos segundos.
–¡Perfecto! Entonces quedamos así, después te envío bien los datos.– finge estar contenta– por ahora, ayúdanos a convencer a Marce, jaja. Así todas vamos.
–Claro. Cuenta con ello.
–Entonces te dejo, hablamos luego cariño –dice y cuelga.
Me desplazo hasta el baño, y me paro sobre el espejo.
Mi expresión es triste. Mis labios caen lentamente, y aunque trato de sonreír no puedo.
¿Pero qué me pasa?
No sé si estoy así por cómo trate a Karen, por lo qué me dijo, o porqué estoy notando algo nuevo en mí.
¿Cómo es posible que haya reaccionado tan feliz por una estúpida llamada? Jamás había actuado tan ridícula.
"¿Cómo hace unos días hablabas de él como si fuera un pequeño insecto insignificante, y ahora, te vuelves loca solo por hablar con él?" Recuerdo las palabras de Karen "¡Te gusta!"
–No, pero que dices Karen –empiezo a dar vueltas por todo el baño.
–No me gusta –me giro al espejo– ¡no me gusta!
No me puedes gustar Jean, ni atraer, ni nada. Absolutamente nada.
Mi celular empieza a sonar y vibrar sobre el escritorio de la pieza. Salgo del baño y lo tomo.
En la mitad de la pantalla aparece su nombre, "Jean".
No me gusta, no me puede gustar. Me repito así misma.
–¿Aló? –contesto.
–¡Avril, hola, ¿Cómo estás?! –dice, puedo sentir su ánimo hasta aquí.
–Estoy bien, gracias
–Me alegra mucho. Discúlpame por llamarte hasta ahora, pero no quería hablarte sin tener algo conmigo, pero ya estoy listo.–se escucha tan entusiasmado– Quiero que escuches algo que...
–Jean – interrumpo, pero no puedo dejar que siga avanzando.
–Dime.
–No estoy en mi mejor ánimo. Lo siento mucho pero te molesta si, no sé, ¿Hablamos luego?
–No te preocupes ¿Estás bien? – esperaba escucharlo molesto, o incómodo cuando le dijera que no quería hablar, pero no, lo que escucho es preocupación.
–Si, solo, no quiero hablar.
–Oh, está bien Avril, te parece si ¿me llamas cuando te sientas mejor? Así no soy inoportuno –dice mientras que ríe.
–Si, puede ser –digo sin ánimos
–... ¿no lo harás verdad?– Desilusión, puedo sentir qué ya entendió la situación, sabe que no tengo ningún problema, o mejor dicho, sabe que el problema es él.
–Descansa Jean.–no le dejo responder y cuelgo.
¿Hice lo correcto? Si lo hice.
Nota de la autora:
¡Hola! otra vez yo jajaja.
Queridos lectores, les quiero avisar que a partir de ahora actualizare tres días a la semana, lunes, miércoles y viernes, así podre revisar mucho mejor los capítulos antes de subirlos, y cautivarlos mejor con esta historia.
Por favor no me abandonen :(
Nuevamente muchas gracias por el apoyo tan lindo que me dan, un gran abrazo psicológico.
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Te encontré.
Teen Fiction- No te termino de entender Avril...-Busca mi mirada, pero yo evito la suya a toda costa. - No me importa sí me entiendes o no. - Pero a mí sí...-se acerca a mí y toma mi rostro con ambas manos- ¿a qué le tienes miedo? Sí tú me quieres y yo te quier...