Capítulo 44

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Pasan horas, inclusive días y yo sigo sin moverme de mi cama. Cómo le dije a Marce, si es necesario no volveré al instituto, y no tengo de qué preocuparme pues ya todos los profesores cerraron las notas, básicamente ir al instituto es una perdida de tiempo.

Mamá inicialmente me molestaba por no ir, pero luego de varias explicaciones y algunas mentiras, accedió. Desde la discusión que tuvimos la noto muy seria conmigo, a pesar de que ella no me recrimino nada la siento muy distante, lo que me duele.

Al no encontrar una posición cómoda en la cama para dormir tomo la tablet que está en el primer cajón de la mesa de noche. Este aparato me ha hecho gran compañía estos días pues desde aquella noche mi celular está muerto, no lo he cargado y no planeo hacerlo durante mucho tiempo.

No quiero tener ningún tipo de comunicación con Jean.

Por esto mismo, no he podido hablar con Marce ni con Karen. Pareciera que desaparecí de la faz de la tierra.

En este tiempo encerrada aquí en mi cuarto no he podido hacer mucho, por lo que los pensamientos y recuerdos me atormentan seguido. Y a veces junto a ellos, la tristeza.

-Incluso en ocasiones, te echo de menos Jean.

Abren la puerta de mi cuarto de un golpe por lo que me enderezo en un salto. Karen entra y observa toda la habitación hasta que me encuentra.

Tiene el uniforme de diario del instituto, como siempre el buzo lo tiene amarrado alrededor de su cintura. Pone una mano en su cadera y habla.

-¿Y tú qué? ¿No planeas volver a salir?

Aclaro mi garganta -Claro, cuando sea necesario.

Rueda los ojos, cierra la puerta y tira su mochila al piso sin ningún cuidado. En dos movimientos rápidos y sin dificultad se retira los zapatos y se sube a la cama, hasta quedar a mi lado y darme un abrazo.

-Lo siento -susurra.

Me alejo un poco de ella para verle la cara. Soy consciente de que merezco el sermón del año por parte de Karen así que espero, pero no dice nada más, solo me mira con una pequeña sonrisa compresible.

Suspiro- ¿Algo más?

-No.

-¿No planeas decir "te lo dije"? -subo una ceja.

-¿Qué si no planeo decir "te lo dije"? No, para que decir "te lo dije", si tú sabes perfectamente que te lo dije.

Bufo -Oh, bueno, gracias por no decirlo. -digo divertida y ella ríe.

Me toma de las manos y me da una sonrisa triste -Te prometo que no vengo en plan de sermón, vengo como la amiga que sabe lo que siente. ¿Cómo estás?

Mis ojos se llenan de lágrimas de pronto.

Ay no, no, no.

-¡Ay vamos! No hablemos de esto ¿si?

Abanico con mis manos los ojos tratando de hacer que las lágrimas desaparezcan.

No voy llorar, no vale la pena.

-Avril, si necesitas llorar hazlo, yo te consolare. Si necesitas desahogarte adelante, yo te escucharé.

-No. No te preocupes.

Exhala-Vale, como quieras. ¿Sabes que han estado hablando en el instituto mucho de tí?

-Ja, me lo imagino.

-Sí, dicen que cerraste la noche con una gran obra -dice de forma exagerada-. Y que eres una gran escritora.

Frunzo el ceño-¿Cómo?

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