Capítulo 21

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Jean

Aunque ya es un poco tarde, estoy aquí, en la puerta de su casa.

No planeaba molestarla, en un buen tiempo luego de comprender el porqué de su actuar, no obstante, caí en cuenta de que aún tengo su celular, por lo que vine a entregárselo. Eso es todo.

Golpeó la puerta, y escucho un grito de una mujer proveniente de adentro "voy, un segundo".

Trago saliva, esperando que abran la puerta. Luego de un minuto una mujer sale con una gran sonrisa amigable.

–Hola ¿Que tal? ¿En que te puedo ayudar?

–Buenas tardes señora, disculpe la hora pero... ¿Está Avril?

–Sí, está en su cuarto si quieres ya la llamo...

–No, mejor así... solo vine a entregarle su celular.

–¿Su celular? –lo toma, mirándolo sorprendida.

Rayos.

–Lo dejó sin querer en mi auto. Siendo todo, me retiro, linda noche.

–Oh no te preocupes, muchas gracias, Avril es muy despistada y siempre bota las cosas –rio nervioso–. Pero sigue por favor –hace espacio en la entrada–, ella debe darte las gracias.

–Oh no, no me debe dar las gracias se lo aseguro. Además... no me quiere ver, y no la quiero incomodar.

–¿Pelearon?

–No, no. Fue una pequeña discusión... ella necesita su tiempo.

–Ya veo –piensa en algo y como si entendiera algo vuelve a hablar– ¿Son novios? –pregunta la madre de Avril, con una gran sonrisa. Lo que hace que no me sienta incómodo, por lo contrario, siento que es una persona muy amable y comprensible.

Rio fuertemente –Ya quisiera.

Ríe dulcemente la mujer frente a mí –Adelante, pasa hijo. Sí realmente quieres a mi hija, ve y habla con ella, tal vez logres algo.

–Realmente no quiero incomodar. 

–Jumm esta bien. Entonces –me da el celular de Avril– Solo sube y entregárselo.

–Oh... –eso no me lo esperaba.

Buena jugada.

–Sigue, estás en tu casa.

Entro inseguro, en realidad no quiero presionar a Avril... solo necesita tiempo, y quiero dárselo.

–Sube las escaleras, su cuarto es el de la puerta color pastel –dice susurrando mientras señala las escaleras.

–No sé si sea buena idea...

–Solo le entregarás su celular, si ella quiere hablarán, si no, será todo. Tranquilo.

Asiento –Gracias.

–Naa. Preparare algo, tú ve. –la madre de Avril sé gira y yo empiezo a subir las escaleras. Cuando encuentro la puerta color pastel, doy tres golpes suaves pero no hay respuesta.

–¿Avril? Soy Jean, vine a dejar tu celular.–Abro la puerta y me asomo suavemente, encontrando una habitación oscura. Antes de volver sobre mis pasos veo a Avril, quién duerme profundamente en su cama.

Con cuidado me acerco, dejó el celular en su mesa de noche y me detengo unos segundos a observarla, tan tranquila sumida en sus sueños.

–Avril... me transmites tanta calma y tanta paz, que me encantaría estar contigo hasta el final... -suspiro- solo queda esperar si tú quieres lo mismo...

Te encontré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora