Te encontré.

Capítulo 32

Ha pasado una semana y media desde que regrese al instituto, y ¿Qué puedo decir? Jean es increíble, como desde el primer momento.

Ha estado junto a mi en todo momento, y presume a los cuatro vientos que soy su "maravillosa" novia. ¿Y yo? Hago lo mismo.

Él realmente es maravilloso, aunque muchos me miran como loca ridícula cuando les digo que ese joven tan inteligente, guapo y amable está conmigo, no me importa. Lo que digan los demás o lo que piensen me tiene sin cuidado, sí, ahora sí, ya estoy segura, y no me harán dudar tan fácilmente.

–¡Avril! –me llaman a mis espaldas por lo que giro. –¿A dónde vas? –pregunta molesta, Karen.

–Pues este pasillo solo lleva a un lugar, ¿A dónde crees que voy? –digo tratando de sonar divertida, pero suena más como fastidiada.

–¿Qué planeas olvidar y abandonar todo solo por estar con Jean? –inquiere fuertemente, casi en un grito.

La relación con Karen a sido extraña en la ultima semana, pues ahora que Jean está, procuro pasar tiempo con todos. Con Marce no es problema, pues Gala es amiga de Jean y se llevan muy bien, podemos compartir un espacio y no es incómodo. Sin embargo, a veces Edwin aparece y Karen prefiere estar a mil metros de distancia de él, y en consecuencia de eso, se pierde, desaparece de mi alrededor y no tengo ni idea a donde va o que hace.

–No, ¿Cómo crees?– Suavizo mi tono.

–Pues parece que sí. -exclama.

Abro la boca para responder, pero escucho tantos pasos que giro, encontrando a Jean y sus compañeros regresando de la cancha.

–Eyy, pensé que tendría que irte a buscar. –Dice Jean mientras que sonríe y deposita un beso en mi cabeza– Hola Karen, hace mucho no te veía– dice Jean amablemente, y  Edwin aparece a su lado, la vista de Karen bajando.

–¿Qué tal, Jean? –responde bajo

–¿Y a mí no me planeas saludar? –dice de forma burlona Edwin.

–Ya cállate Edwin. –se apresura a decir Jean, en modo de advertencia.– Vete, luego hablamos.

-No puedo irme, porque tu y yo tenemos algo que hacer.

-Cualquier cosa, puede esperar. Estoy cansado, voy a descansar. -Me toma de la mano y empieza a caminar, pasando por Edwin y Karen.

–¡No te puedes ir! -grita Edwin.

–Si puedo, me voy con Avril. –alza los hombros.

–No, no puedes, Jean. Te comprometiste, debemos empezar a trabajar en el proyecto de grado.– Jean parece recordar y gira a verme.

–Es más importante el proyecto de tu grado. -digo rápidamente- Nos podemos ver luego del tercer bloque.

–No –declara Karen–. Avril, en unas semanas deberemos presentar nuestra obra, si lo aplazaron es para que salga bien, debemos preparar todo.

La obra, la había olvidado por completo.

Giro nuevamente para ver a Jean. El año termina y las cosas empiezan a ponerse más complicadas y más tratándose de proyectos finales.

Suspiro.

¿Cuando tendremos tiempo? El proyecto de grado no es cualquier cosa, si no hace un buen trabajo no se podría graduar, y yo he venido trabajando todo el año en esta obra, para que sea la mejor, y aún falta mucho para que esté lista...

–Ey, –levanta suavemente mi quijada con su mano– luego nos vemos. Yo, buscaré la manera, no te preocupes, tú concéntrate en tu obra para que sea la mejor. ¿De acuerdo?