Jean
Pasan varios minutos y seguimos sin pronunciar palabra. No quitó mi mirada de ella, la observó tratando de descifrar el porqué de su comportamiento conmigo. Fuerte, distante, frío.
Rompo el silencio, y recuerdo la vez que me prometió que hablaríamos después, luego de haberme dicho que "no se sentía bien". Aunque se lo recuerdo parece que no lo planea cumplir y sé perfectamente cómo "motivarla".
–A menos que cumplas lo que prometes, sí, sí me debes. Pero si no quieres, bien es respetable, sabré que no tienes palabra. – Funciona. Me mira finalmente, y con seguridad me responde.
–Bien hablemos, ¿De qué quieres hablar?
Hago como si estuviera pensando y respondo –De ti.
–¿De mí? –la seguridad que hace un momento resplandecía en ella se a apagado.
–Si, de ti.
–¿Y qué quieres saber exactamente? –se acomoda en su asiento, y entrecierra los ojos.
–Una que otra cosa –por ejemplo el hecho por el que me evitas–, pero en este momento solo quiero conocerte un poco más. –sonrío para que no se sienta en un interrogatorio –así como planeamos aquella vez para la llamada, ¿Recuerdas?
–Sí –se encoge, seguramente se siente avergonzada por haberme hecho un desplante ese día luego de acordar todo.– Mmm... –duda.
–Piensa que, apenas nos estamos conociendo o mejor, que ya nos conocemos y me quieres contar algo que te haya pasado. Con confianza me puedes hablar de lo que sea.
–Bueno ¿qué puedo decir? –baja su mirada– No soy alguien muy interesante la verdad...
Tomo su mano suavemente. Tengo la necesidad de hacerle saber que solo con observarla me he dado cuenta que es una persona fascinante, a la que no puedo dejar escapar– Para mí, eres la persona más interesante. Todo tu ser, me atrae, me llama para resolver todas las incógnitas que te rodean Avril. No sabes la necesidad tan grande que tengo en profundizar más en ti.
Una pequeña sonrisa se forma en sus labios. Nos quedamos mirando, y a pesar de que trato de descifrar lo que piensa es imposible. Aleja sus manos de las mías y aunque su voz es apenas un susurro y la música está muy fuerte, logro entender lo que dice– Creo que no deberías hacerle caso a ese llamado. –se levanta lentamente, y antes de que se retire me apresuró y la tomo del brazo.
–¿Cuál es tu problema? No puedes estar ni cinco minutos conmigo por qué te vas.
Busca las palabras y hasta que las encuentra habla– Ya me quiero ir de este lugar. Lamento mucho que tengas que pasar por estos desplantes. Si me quieres considerar grosera, o sin palabra, adelante, es verdad, pero no puedo estar más tiempo aquí.
–¿Por qué? ¿Solamente te quieres ir por este lugar? o ¿hay algo más? -pregunto molesto, aunque se perfectamente la respuesta.
–... –suspiro, no la debo presionar, debo ir despacio.
Me acerco tratando de acortar la distancia pero ella retrocede– Comprendo... que este lugar te resulte incómodo, para mí también lo es ¿Te parece si salimos, y hablamos?
Parece pensarlo, hasta que su mirada se posa detrás mío, y su respuesta es inmediata –No. Si quieres hablar, ahí está tu amiguita. –giro y encuentro a Karina en el fondo, quien nos observa mientras toma algo en el bar. Cuando vuelvo a Avril ya está demasiado lejos.
–¡Agh, por favor! –La persigo tropezándome con diferentes personas hasta que la veo entrar a los baños. Cuando llegó me acerco y escucho su voz y la de Karen quien está en el tocador, antes de que me vean paro en la puerta.
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Te encontré.
Teen Fiction- No te termino de entender Avril...-Busca mi mirada, pero yo evito la suya a toda costa. - No me importa sí me entiendes o no. - Pero a mí sí...-se acerca a mí y toma mi rostro con ambas manos- ¿a qué le tienes miedo? Sí tú me quieres y yo te quier...