Te encontré.

Capítulo 3

Corremos por el pasillo, aún quedan unos minutos de descanso por lo que hay muchos estudiantes fuera de los salones, lo que nos facilitará escabullir nos.

Llegamos al primer piso, apunto de entrar a la zona verde en dónde se encuentra el punto menos habitado del colegio.

Suena la campana, y vemos como poco a poco se desocupan los pasillos. Nosotras seguimos nuestro camino.

-Ya sonó la campana y no las veo dirigirse al salón señoritas- giró bruscamente para encontrar al profesor de matemáticas parado detrás de mí, con una laptop y unos libros en los brazos.

-Oh profe, ehh yo enseguida voy, permítame unos minutos y...

-¿Quién está con usted y por qué se escondió apenas me vio?

Miro entre ojo a Marce que está asomada en la puerta del baño de chicas, un muro impide que el profesor la pueda ver, sin embargo no tengo ni idea de que responderle. Miro detrás de él y veo a Karen con los dos chicos que nos encontramos hace unos minutos dirigiéndose al patio.

-Es Karen, se siente muy mal, en serio. Y no es que se esté escondiendo, solo necesitaba un baño urgente.

El profesor duda.

-Por favor ¿La puedo acompañar? No la quiero dejar sola, se siente pésima.- señaló intentado marcar la preocupación en mi tono.

-Si se siente tan mal, que llame a alguien para que venga a recogerla. No sé demoren.-El profesor se gira hacia las escaleras, yo espero hasta ver sus pies en el último escalón para hacerle una seña a Marce.

-Vamos, corre para que puedas volver lo más pronto posible.

- No, espera- busco con mi mirada a Karen en el patio- tengo que llegar con Karen, no puedo dejar que entre antes o después que yo.

-Si quieres búscala, yo seguiré sola, dile al profesor que hoy no vine si te llega a preguntar.

Al fin ubicó a Karen sentándose con los chicos en las bancas-Dale, mucha suerte.- Le digo y corro hacía al patio.

-Uyyy ¿nos vienes a visitar? Pensé que capar para ti era un delito- suelta una carcajada Karen mientras hace espacio en la banca para que me siente junto a ella.

-No es un delito, pero no es algo que me llame la atención. Vengo por ti, ya inició la clase y le dije a Omar- el profesor- que te sentías muy mal, así hice tiempo, así que vamos.- El chico coqueto al lado de Karen me mira con una expresión de fastidio, le estoy arruinando el ligue. Mientras que él otro solo me mira, siento el peso de su mirada.

-Y si mejor le dices que se está divirtiendo y que no quiere ir?

Le doy una mirada de fastidio, sin embargo no le contesto.

-Karen...- Le dedicó una mirada de advertencia. Sin embargo ella no dice nada, parece estar pensando sí hacer lo correcto o lo que quiere.

- Ohh vamos, ya te di una solución, ¿No te gustó?-bufa y pone los ojos en blanco- Jean, amigo ¿ayúdame si?

No puedo evitar mirar al chico mono, que ahora sé que se llama Jean, él gira hacia su amigo y le dedica una mirada de fastidio, se para y se acerca caminando a mi dirección, no sé qué hacer, o a dónde mirar, entro en colapso y término mirando al suelo.

Siento como el chico pasa por mi lado, sin mirarme o decirme algo. Me siento tan idiota, siento mi cara arder, pensé que vendría y me diría algo y agh, que vergüenza.

El chico fastidio está apunto de decir algo, cuando un grito se escucha.

-Avril!- giró para ver a Marce correr hacia mi- necesito tu ayuda.