¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]

XI

1 año después

—Qing-jie, Qing-jie — Llamó Wei Wuxian a la doncella de blanco y rojo— No me extrañes demasiado, sé que te dolerá que no esté aquí pero no llores por mí, ¿de acuerdo? —Y enseguida, procedió a limpiarse las lágrimas imaginarias que salían de sus ojos.

—Wei Wuxian, nadie en este clan ni en la secta te va a extrañar— Respondió a la dramática despedida que el otro le dirigía— Además no es como que te vayas a morir, solo serán unos años antes de que nos volvamos a ver.

— He-Hermana, no deberías de ser tan ruda con el jo-joven maestro Wei— Dijo Wen Ning, tratando de no hacer sentir mal a su mejor amigo.

— Qing-jie, A-Ning tiene razón, Qing-jie, eres demasiado mala con XianXian—Continuó limpiando las lágrimas imaginarias antes de esconderse detrás de Wen Ning— XianXian solo tiene 3 añitos.

—Vete, antes de que vuelva a usarte como experimento—Amenazó encantadoramente al joven de pelo azabache.

Sin esperar nada más, salió corriendo en dirección al carruaje que le esperaba en la entrada.

No se arriesgaría a ser usado como experimento nuevamente, aún sentía las agujas adentrándose en su carne a pesar de que había pasado un tiempo de eso.

Prefiero que digan "Aquí corrió" que "Aquí murió". Soy demasiado joven para morir. Sin más, subió al carruaje y se despidió a gritos de sus amigos.

—A-Ning, la próxima vez, practiquemos arquería juntos, ¿quieres? —Preguntó un muy emocionado Wuxian.

—Cl-Claro que sí, jo-joven maestro Wei—Sonrió cálidamente a su amigo.

—Deja de decirme así, A-Ning—Y con esto, un puchero se formó en sus labios—La siguiente ocasión, deberás llamarme A-Ying o te haré mi sirviente de verdad—Amenazó, ante esto, Wen Qing frunció su ceño y sacó sus agujas.

—¿A quién harás tu sirviente, Wei Wuxian?

—Uy, tiempo de irnos. ¡Adiós Wen Qing, adiós Wen Ning! — Se despidió de ambos agitando su brazo de un lado al otro y una sonrisa en los labios.

Divertido, miró el paisaje y se atrevió a pensar "Bien, ahora, a Qinghe Nie...¿Qué nuevas travesuras me esperan ahí?".

A lo lejos, Wen Ruhan observaba la escena preguntándose si el chico hubiera tenido la misma reacción con sus dos arrogantes hijos.

— ¡A-Sang, A-Sang! — Gritó el joven heredero de la secta Yunmeng, Jiang Cheng.

—Jiang-xiong, ¿qué sucede? — Preguntó un tanto preocupado el segundo joven maestro de Nie, Nie Huaisang.

—¿Es cierto?

—¿Qué cosa? —Habló no muy seguro, dejando de lado el pincel que estaba ocupando para una pintura de uno de los paisajes que había en Muelle de Loto.