¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]

XXXIII

Lan Qiren palideció hasta el punto en el que parecía más un fantasma arreglado que un maestro importante de una secta de cultivación prominente.

Y es que seguramente cualquiera tendría la misma reacción si descubriera que el chico al que había visto vestir ropas de sirviente realmente era una figura importante dentro de la Corte Imperial, y no solo eso, sino que también era el mismo chico que casi besaba a su sobrino a plena luz del día.

Pero eso no era lo más preocupante, claro que no señor, lo más preocupante era el hecho de que el chico era la viva imagen de la persona que había robado su corazón hacía tanto tiempo atrás. Y también tenía los mismos ojos traviesos de su mejor amiga, la única en realidad.

Todo en ese joven era tan jodidamente misterioso e intrigante que Lan Qiren no estaba seguro de cómo debería de reaccionar.

Sus pensamientos se volvieron un caos completo, al igual que la mente de Lan Zhihui.

Madam Lan, ajena a todo lo que sucedía con los otros dos, simplemente se limitó a sonreír con cortesía hacia el invitado que ya había logrado reaccionar.

—Estos saludan al Representante Imperial. —Dijo Lan Weilai haciendo un saludo perfecto con sus manos haciendo un arco, evitando al mismo tiempo que se viera en su rostro la sorpresa de ver que el chico era casi una copia exacta de Wei Changze.

Xiao Ying sonrió con cierta timidez y luego bajó de su caballo para dirigirse a los anfitriones de manera adecuada, tal y como había hecho en sus visitas con las demás sectas, al fin y al cabo no podía d.

Por su parte, algunos de los ancianos de la secta anfitriona, se encontraban murmurando entre ellos lejos de lo oídos de la familia principal, sin embargo, no de los oídos de Lan Tian.

—¿Escuchaste? Dicen que un oficial importante de la corte irrumpió en la Torre Koi y lastimó a todos los discípulos con los que se encontraba. —Dijo con cierto cinismo uno de los mayores que se encontraba presente.

—Yo escuché que también lastimaron a las pobres sirvientas que solo cumplían con su deber. —Agregó un anciano más con la más falsa sorpresa del mundo y toda la intención de fingir que se lo creía.

En este punto, Lan Tian había comprendido que la mayor parte de esas tonterías eran más falsas que el origen de su existencia, mejor dicho, el origen de las personas que habían llevado a su sangre a formar parte de los Lan, aunque eso era una historia para otro momento en el que no tuviera que estar pendiente de lo que decían esos ancianos.

—No olvidemos que algunas otras personas roban flores con desvergüenza a plena luz del día. —Mencionó una persona más a la que era fácil de reconocer como Lan Wong. —Esas personas son una vergüenza, deberíamos de quitarlos del poder. Deshonran enormemente la memoria de algunas personas. —Lo último fue dicho con un claro tono de burla y molestia, así como también la claridad de sus intenciones.

Lan Tian solo podía pensar en lo terrible que sería el camino para estos adultos de ahora en adelante, antes habían tenido la oportunidad de alejarse y continuar sus caminos como si nada hubiese ocurrido, sin embargo, ahora tendrían que pagar con sus vidas por ir en contra del primer decreto imperial hecho por nadie menos que Xiao Zhan.

Ese decreto que era uno de los muchos legados que habían dejado sus antepasados junto a los primeros emperadores. Uno de los legados que sería roto por la avaricia de personas que no estaban diseñadas para llevar en sus hombros un peso tan grande como lo era cuidar de todas las personas de Fan Rong.

De vuelta en la entrada del Receso de las Nubes, el grupo de los Wen miraba con diversión a los Lan que ahora mantenían la cordialidad con el Representante Imperial.