XXXII

1.2K 172 120
                                    

[Agarrense que me puse soft escribiendo esto 🧍🏻‍♀️]



Las noches en Caiyi eran tan tranquilas y calmadas, normalmente solo podía distinguirse por la tranquilidad que brindaban las frías montañas en las que podía encontrarse nada más que la belleza fría de la naturaleza.

Era una lástima para los habitantes del lugar que eso no se aplicara esa noche debido a una persona escandalosa que cantaba a gritos.

—¡Doscientos ochenta leopardos se columpiaban sobre la tela de una araña! —Cantó un muchacho de ojos grises caminando en medio de las calles solitarias. —¡Como veían que resistían fueron a llamar a otro leopardo!

Estaba aburrido, muy aburrido. Ya había caminado por todo el pueblo y no había encontrado algo interesante con lo cual entretenerse.

¿Por qué este lugar tenía que ser tan silencioso? ¿Dónde estaban los mercados nocturnos llenos de cantos? ¿Dónde estaban todas esas diversiones que se supone debería de haber?

—¡Trescientos leopardos se columpiaban sobre la tela de una araña! —Cansado de no encontrar algo, decidió emprender su camino de regreso a la posada en la que se supone debería de estar descansando en vez de vagar por ahí. —¡Como veían que resistían fueron a llamar a otro leopardo!

De repente, el joven dejó de cantar a gritos y simplemente gritó al cielo—¡Todo sería más fácil si alguien no hubiera querido más de lo que podía! —Se lamentó mirando hacia el frente. —Pero no, el señor quería un puesto que no podía tener y provocó un desastre. —El movimiento de sus manos era exagerado, se movían de un lado hacia el otro. —Ojalá te estés pudriendo en el infierno Min Xurong.

Siguió maldiciendo hasta que estuvo en la posada, en donde se encontró con un Jin Zixuan parado en la entrada observándolo directamente.

Ay no. Se lamentó mentalmente el más joven.

—Wei Wuxian. —La voz del Jin se escuchaba con bastante molestia contenida. Y Xiao Ying supo que nada bueno podía pasar, es decir, podía ganarle al Jin con facilidad si de golpes se trataba, pero dudaba mucho hacerlo ileso si esta persona parecía que había comido toda una sopa de tigre.

—Jin-gongzi, la noche es muy agradable, ¿no cree? —Si algo había aprendido de convivir con su padre era que primero tenía que tantear el terreno y después de eso decidir cómo proceder.

El de dorado solo observó con sus ojos preguntando "¿en serio?".

Wuxian solo podía saludar a los cielos y esperar que lo ayudaran a salir bien librado de lo que sea que fuera que tenía de mal humor a su queridísimo Pavo-ge. Hola Dios, soy yo de nuevo.

—Sería más agradable si ALGUIEN no estuviera contando leopardos a mitad de la madrugada. —Dijo completamente irritado el Jin mientras su pie se sacudía de un lado al otro en un intento de mantener la calma y no arrojar al otro con los tigres para que pudiera contarlos de cerca. —De todas formas, ¿qué haces contando animales jugando con una telaraña en vez de estar durmiendo como una persona normal?

Ah, entonces eso era lo que tenía de malas a su Pavo-ge, entonces podía lidiar con eso con la misma tranquilidad de siempre, nada de lo cual preocuparse.

—Pues es que no soy una persona normal. —Respondió con sencillez mientras rascaba su mejilla fría por el viento. —¿Qué esperabas?

—Sinceramente, solo que dejaras dormir a las personas que aprecian sus horas de sueño, como yo y probablemente cualquier otra persona. —Dijo con la pierna ya quieta y su gesto más relajado que antes.

¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora