¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]

XXV

Jin Zixuan abrió la puerta de la habitación correspondiente al niño dormido que cargaba sobre su hombro y se adentró en el lugar; fijándose en el desorden de la habitación, no supo decir si su vida estaba más desorganizada que la habitación o no. Riendo un poco de sus pensamientos, se acercó a la cama que se encontraba al fondo de la habitación y depositó el cuerpo del menor en el diminuto espacio que había.

Debatiéndose entre meterlo en las mantas o no, caminó un par de pasos hacia atrás y sintió algo grueso debajo de su pie. Bajó su vista solo para encontrarse con lo que parecía ser un libro como cualquier otro, o eso era lo que aparentaba en primera instancia.

Echando las amplias mangas de su túnica azul bondi se agachó para dejar el libro en otro lado y evitar pisarlo de nuevo. Al tomarlo, no pudo evitar abrirlo en la primera página y encontrar escrito en la hoja algunas líneas que le llamaron la atención.

"Cualquiera que quiera saber la verdad, investigará y dará con ella. Sin embargo, esta verdad no puede salir de aquí.

No importa quién sea ni de dónde venga, esta verdad no puede salir de la gente de confianza y tampoco puede llegar a las manos erróneas porque será el fin de la paz que se ha logrado construir a base de sacrificio de gente que no merecía morir, sangre de los hermanos y las hermanas que perdimos en el caos, sudor de la gente trabajadora y lágrimas de quienes lloraron por las personas que perdimos en el camino.

Cualquiera que sea el caso, la historia perdida tiene que permanecer de esa manera, sin ver la luz más allá de los muros establecidos."

La curiosidad le picó y quiso leer más de ello, quería leer más aun sabiendo que no era ni su derecho ni su obligación hacerlo. A punto de pasar de página, escuchó a la doncella Wen llamándolos desde afuera y no le quedó más remedio que salir a su encuentro.

Apresuradamente cubrió al más joven con la manta de la cama y salió de la habitación aún pensando en lo que había leído recientemente. ¿Podría ser la historia perdida de la que nadie sabía ni una sola pista?

Aún pensando en ello, llegó al encuentro con Wen Qing que permanecía sentada junto a Wen Ning que jugaba torpemente con algunas hojas caídas.

—Doncella Wen, Wen-gongzi. —Hizo una inclinación a modo de saludo y se quedó junto a ellos. Antes de olvidarlo, agregó. —El conejo y Nie-gongzi no vendrán.

Como respuesta, solo recibió una breve explicación de la mayor. —Lo sé, les di medicina para que durmieran, se han estado sobre esforzando y no es bueno para ellos.

—Ya veo.

En silencio continuaron esperando a que llegaran los hermanos Jiang, cosa para la cual solo tuvieron que esperar unos minutos más.

—Jóvenes maestro. —Saludó la mayor de los Jiang, siendo seguida de cerca por el heredero Jiang.

Y así, el pequeño y particular grupo de jóvenes caminó fuera de la oficina de supervisión para ir a comer fuera del lugar teniendo la certeza de que el otro par no despertaría sino hasta unas horas después.