Extra #1: Taizu

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En la capital actual, el Emperador se encontraba observando el paisaje que tenía frente a sus ojos color azul marino. Todo se veía deslumbrante y elegante, tal y como le gustaba que se vieran las cosas.

A lo largo de su vida, este hombre había descubierto que nada que no fuera elegante y bonito como mínimo no podía ser presentado ante él, ni se diga que se quede en su sagrado lugar de descanso.

No hace falta mencionar que cualquier cosa que no fuera de su agrado debía de ser ejecutada, tirada a la basura o ser enviada tan lejos como fuera posible. Un claro ejemplo de ello podía ser una mujer de bonita apariencia que le había servido cuando era más joven, misma mujer a la que mandó al otro lado del lugar en el que vivía.

Esa mujer era la que también le había salvado unas cuantas veces de ser asesinado, eso era un hecho innegable, ¿en qué momento se le olvidó eso?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la presencia del ministro Min Xurong ingresó a la habitación en la que se encontraba.

Min Xurong no tenía un aspecto que fuera desagradable de observar, inclusive parecía volverse un poco adictivo observar su rostro después de un tiempo, claro que después te acostumbrabas a observarlo, sin embargo, el hecho de que te acostumbraras a la bella palidez de su rostro no significaba que el efecto de adicción desaparecía.

Y, como si su rostro pálido no fuera suficiente, esta persona también tenía una boca bastante llamativa; hablaba y presumía de sus bastos conocimientos en las diferentes áreas de la literatura, su voz era agradable y también poseía la maravillosa habilidad de saber cuándo y cómo hablar.

El tipo realmente era todo un caso a solo un par de años de diferencia con respecto al Emperador.

—Su Majestad el Emperador. —Reverencio este sujeto de agradable apariencia que llevaba su cabello atado en un complicado peinado. —A esta humilde persona le gustaría informar que todo se está llevando a cabo tal y como usted lo ordenó.

Wang Fengbao solo asintió complacido por las palabras de su ministro. Era una verdadera maravilla que todo estuviera yendo bien.

Por su parte, Xurong solo observaba con cierta ingenuidad cómo el otro hombre tenía un aura casi ligera y alegre, se preguntó si tendría esa misma aura una vez que le arrebatara todo lo que quería de él.

Y todo lo que quería no podía ser más allá del brillante trono decorado con dragones pintados en colores vivaces y detalles hechos por los mejores artesanos de antaño. No podía olvidar el poder que conllevaba ese para nada simple asiento.

Claro que tampoco lo hacía solo por su bien, claro que no, él pensaba a futuro para su descendencia. Pensar que su hijo, incluso un nieto suyo podría estar en ese lugar le hacía estar bastante satisfecho consigo mismo de haber calculado todo eso.

Sin embargo, era muy pronto para sentirse satisfecho, lo sabía bien, pero no podía borrar la sonrisa en su rostro al pensar en ello, era tan feliz de tan solo pensarlo.

Mientras el ministro se encontraba fantaseando con planes futuros, el Emperador continuaba pensando que todo lo que hacía, lo hacía para que su hijo tuviera una mayor facilidad para ascender al lugar que fue protegido por las generaciones pasadas de los Wang.

Era todo por el bien de su descendencia, nada era más importante que asegurarse de que el futuro de su sangre estuviese protegida.



Wang YiBo no sabía dibujar, el Príncipe Heredero de Qian podía y sabía hacer de todo menos cocinar y dibujar, se sentía como una vergüenza para sí mismo, pero no podía hacer mucho más para remediar sus pequeños defectos.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2022 ⏰

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¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora