¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]

XIII

Por los pasillos de Muelle de loto, se encontraba caminando una joven dama de rasgos finos pero, sin lugar a dudas, elegantes e igualmente hermosos.

Jiang Yanli buscaba a su padre, por fin había logrado quitar las sospechas de su madre hacia su persona, le había costado al menos 4 años y medio hacerlo, aunque eso no importaba ya.

Al llegar al lugar donde seguramente encontraría al líder de la secta, tocó suavemente la puerta, anunciando su llegada y entrando cuando escuchó un "Adelante" al otro lado de la puerta. Al ingresar, lo primero que notó fue a su progenitor sentado en el escritorio leyendo algún documento o una carta, rodeado de papeles y a su lado, un juego de té (el cual suponía que ya se encontraba frío) y varias cartas más a su lado.

El líder de la secta Jiang levantó su mirada, encontrando una sonrisa en el rostro de su hija.

—A-Li — Y con toda la amabilidad y familiaridad que le caracteriza, le sonrió de vuelta a su hija a forma de saludo— ¿A qué debo tu presencia?

—A-Die, desde hace un tiempo quería consultar algo contigo—Habló dulcemente la doncella Jiang— Es algo que no he podido consultarte antes.

Al notar la seriedad en el rostro de Yanli, dejó de lado la hoja que tenía en sus manos y prestó completa atención a lo que sea que tuviera que decirle.

—Adelante A-Li, ¿qué necesitas? —La seriedad se adueñó por completo de su rostro.

La muchacha dejó atrás su amable sonrisa y la reemplazó por una línea recta en sus labios.

—Hace un tiempo, oí a madre hablando de un pueblo— El líder de secta inhaló profundamente, esperando que la conversación no tomara el rumbo que creía que estaba tomando— y también dijo que nadie debía enterarse de nada, especialmente tú.

Exhaló, dejando salir el aire que, sin darse cuenta, había estado reteniendo desde momentos atrás. Pasaron unos segundos más antes de que decidiera hablar nuevamente— A-Li, ¿escuchaste el nombre del pueblo?

Se detuvo a pensar tratando de recordar si su madre había mencionado algo acerca del nombre. Finalmente, negó con sus ojos cerrados.

—Ya veo, gracias, A-Li — Sonrió con toda la ternura a su hija.

—Pero escuché otra cosa, de la que también quería hablar.

Deseando con todas y cada una de sus células que aquella nueva información, no fuera otra discusión con esa mujer que es su esposa.

Y en el fondo, también deseando que el amor que tenía hacia su persona, no se viera afectado tan gravemente, pues él se casó con ella por amor.

Aún si ella no veía ni creía nada de sus sentimientos. Le amaba, así como también amaba a sus hijos.

—Adelante, A-Li—Respiró profundamente, preparándose para la posible discusión que tendría con la Matriarca del Muelle de Loto— Escucharé todo— Y sin más, la sonrisa más cálida y resignada que alguna vez había ofrecido en su vida, se posó gentilmente en sus labios.