¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]

Bonus #4

Todos han escuchado la historia del Primer Emperador y el Príncipe Heredero, o al menos la mayoría lo ha hecho porque, aparentemente, tú jamás habías escuchado de ellos, ¿correcto? A decir verdad, me sorprende e intriga que jamás hayas escuchado de ellos dos, ¡son toda una leyenda!

Bien, bien, ya que no has oído esta historia, esta humilde te contará tanto como le sea posible, mejor dicho, todo lo que fue revelado a los civiles como nosotros y lo que aún permanece en las memorias de este lugar.

Me gustaría decirte esto como una opinión personal y no como algo parte de la historia, acércate un poco. ¡No tan cerca, contenedor de arroz! Listo, estás bien ahí.

No todo lo que escuches es verdad, tus oídos tienen que comenzar a ser coladores de información y tu cerebro tiene que procesar adecuadamente todo, absolutamente todo lo que escuches y leas de estos dos. Te lo digo porque el misterio y las malas lenguas envolvieron a ese par y no toda la información es correcta, incluso las versiones oficiales que han salido a la luz desde la corte imperial, ¿comprendes?

Sí, sí, sí, ya sé que estás al borde de la desesperación para que comience a contarte, pero era importante que lo supieras. Que sí, ya comenzaré, si te pierdes a la mitad, ni creas que te lo repetiré.

Como sea, presta atención y no te pierdas ni un solo detalle, ni uno solo, ¿entendiste, contenedor de arroz?

¿Cómo dices, que no eres un contenedor de arroz? Pfft, no haz demostrado ni una pisca que me diga lo contrario, así que confórmate con ser un contenedor de arroz atento. No te quejes, no te quejes, no quiero escuchar las quejas de un contenedor de arroz.

Bien, ahora deja que esta humilde comience con esto y cállate, ya te dije que no lo repetiré.

Teniendo en cuenta que ni siquiera conocías la historia, comenzaré diciéndote que el nombre del Primer Emperador era nada más y nada menos que Xiao Zhan; por su parte, el nombre del antiguo Príncipe Heredero era Wang Yibo. Asegúrate de recordar sus nombres.

En segundo lugar, te diré lo que conocemos de ellos. Xiao Zhan era un huérfano que, por milagro o esfuerzo, llegó a ser la persona que transformaría la miseria de la gente del pueblo al ser reconocido y proclamado como el dragón de una nueva era. Ah, cierto, antes de llegar al poder era un caudillo importante de la revolución, algunos lo consideran el padre del cambio; y mucho antes de eso, fue un civil más que batallaba día con día para sobrevivir y llevar un poco de alimento a su boca. ¿Sus padres? En realidad, eso jamás salió a la luz y las personas que lo sabían murieron antes de que el desastre iniciara.

¿El Príncipe Heredero? A eso voy, no seas tan desesperado, contenedor de arroz.

Wang Yibo, al contrario de Xiao Zhan, vivió una vida cómoda y sin falta de nada en los adentros del palacio en la antigua capital. Sin embargo, era por el mismo motivo que su vida fue sencilla que se vio como un objetivo más y catalogado dentro del mismo cuarto que el anterior dragón. Su vida fuera de los muros del palacio no fue fácil de llevar al ser un objetivo de las masas, pero a él no podría haberle importado menos con tal de salvar de la perdición a su gente.

¿A ti te parecen diferentes? A decir verdad, yo creo que eran tan diferentes entre sí, y aun así eran tan parecidos como dos gotas de agua. Muchos dicen que uno era el calor de verano y la brisa fresca de la primavera mientras que el otro era una tormenta de otoño y la nieve congelada del invierno. Tal vez por eso es que encajaron perfectamente entre ellos.

Ya, ya, sigo antes de que comiences de nuevo.

Para todos nosotros es un misterio el cómo ellos se conocieron, unos dicen que Zhan ofendió a uno de los arrogantes soldados y fue encarcelado por ello, en las mazmorras conoció al heredero que iba pasando en busca del ladrón que le había robado; otros dicen que fue durante uno de los viajes del príncipe, Zhan recogía flores y casualmente el príncipe vio su figura y creyó que se trataba de una doncella perdida, así que había ordenado el alto a su escolta para ayudar, solo que terminó descubriendo que no se trataba de una mujer. Unos más ridículos creen que se encontraron casualmente en un burdel.