XXI

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Los jóvenes llegaron con Xiao Bo prontamente, no más de tres días les tomó llegar hasta su punto de encuentro; durante ese corto periodo de tiempo, el Jin descubrió que al de ojos grises le encantaba usar una armadura color cobre y negro en conjunto a un bollo perfectamente arreglado, dejando únicamente un ar de mechones encuadrando su rostro.

En un principio le pareció sorprendente pues durante todo ese tiempo que lo había conocido, solo usaba peinados elegantes o sencillos, a veces una coleta alta sujeta por un listón rojo y algunas otras ocasiones, una media coleta decorada con un listón delgado casi del mismo tono que su cabello.

El mayor los miró divertido mientras bajaban de los caballos. Desde donde estaba, los menores se veían graciosos bajando de los animales, especialmente el Jin, quien por su gesto dedujo que no se acostumbraba a la apariencia de su hijo.

—Jin gongzi, A-Xian, veo que llegaron con bien. —Los recibió con el saludo de los soldados, el cual era similar al de los cultivadores, con la diferencia de que envolvían una de sus manos hecha puño con la otra extendida. — Espero que hayan disfrutado de su viaje.

—General Xiao, es un gusto ver que se encuentra bien. —Para sorpresa de Zixuan, Wei Wuxian fue quien respondió tan respetuosamente. —Igualmente esperamos que haya tenido un viaje agradable.
El de la marca bermellón saludó con el mismo respeto que había presentado su compañero, aún no se atrevía a llamarle un ‘amigo’ a pesar de ser lo más cercano a eso que tenía.

El mayor solo levantó su brazo y movió su mano de un lado a otro tratando de que los jóvenes dejaran de ser tan formales, especialmente su adorado hijo. Sin embargo, resistió el impulso de decirles eso abiertamente, era consciente de que seguía siendo riesgoso decir algo así abiertamente.
En verdad quería quitar a ese maldito Jin del poder lo más pronto que le fuera posible.

Sin esperar más, comenzó a caminar hacia un pequeño restaurante que le había llamado la atención apenas ingresó al pueblo. Si alguien le hubiera dicho que un restaurante en Yiling terminaría atrayendo su atención, definitivamente se habría reído un poco y después le daría un ‘suave’ golpe al responsable.

No le tomó importancia al asunto y guio a los jóvenes hasta la mesa que había reservado con anterioridad.
Se sentaron y esperaron a que el camarero apareciera para tomar su orden, esto no tardó mucho en suceder, el camarero se retiró rápidamente después de tomar el pedido, dejando la mesa en silencio. Por lo menos hasta que Wuxian decidió que el silencio le aburría y necesitaba acabar con él.
Viendo las intenciones del de ojos grises, Zixuan le propinó un codazo para evitar que los metiera en un aprieto con la persona que estaba enfrente suyo. Sin embargo, eso no fue suficiente para detenerlo de su cometido, en cambio, solo hizo que sus ganas de hacerlo aumentaran.

—General Xiao, ¿cómo han estado las cosas en la capital? Me imagino que todo debe de seguir igual desde mi última visita. —Y el Jin se dio un facepalm mental, agradeciendo que al menos abordara un tema normal y no cualquiera de sus otras tonterías.

—A-Xian, no hay necesidad de ser tan formal. —Habló esta vez el mayor. —Y sí, todo ha estado igual, lo único diferente es que su tigresa casi devora al último cuidado, creo que te extraña.
Zixuan miró con asombro la interacción que se estaba desarrollando, no sabía que podía existir esa familiaridad entre alguien con quien, aparentemente, no tenía ninguna relación más que subordinado y mayor.

El par padre-hijo continuó con su conversación, involucrando al otro de vez en cuando hasta que el camarero que los atendió anteriormente regresó con la bandeja llena de los platos que habían solicitado. Kung Pao para el dúo padre-hijo y una sopa Wan Tan para el otro.

¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora