Bonus #1

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~> La llegada del pequeño A-Ying <~



El pequeño niño de ojos grises se despertó en una cama muy suave y grande, con almohadas debajo de su cabeza y cubierto de bonitas cobijas de un color que, a su parecer, era muy feo; por un momento creyó que era solo un sueño y que después volvería a la realidad, durmiendo en las frías calles, cubriendo su delgado y frágil cuerpo con lo que pudiera, escondiéndose de esos salvajes perros y comiendo sobras de algún comerciante que no lo corriera siquiera antes de echar un vistazo al montículo de basura.

Abrió los ojos completamente y miró a su alrededor.

Muebles grandes de color oscuro, no estaba seguro si era negro o un café oscuro pero no le dio importancia; una mesita al centro con un juego de té que parecía muy caro; pinturas de un señor al que no conocía pero que lucía muy guapo y más pinturas de diferentes paisajes.

Decidió que definitivamente valdría la pena ir a explorar el lugar y evitar cualquier amenaza que pudiera presentarse ante él y su querido Bo-ge, a quien por cierto, no había visto. Tendría que averiguar en dónde estaba y que no estuviera siendo atacado por esas feroces bestias peludas y rabiosas; esas terribles criaturas a las que los demás se atrevían a llamar "perros" lindos y adorables.

Estaba seguro de que esas cosas habían lanzado un hechizo a todos para que no notaran lo feroces que eran, pero habían fallado miserablemente en aplicar su malévolo hechizo con él.

No se dejaría engañar por esos seres.

Pero mientras, continuaría con su recorrido por la habitación, ya tendría tiempo para pensar en un plan para acabar con el malvado hechizo.

En cuanto terminó de recorrer la amplia habitación, decidió salir de ahí, asegurándose de memorizar el aspecto exacto del lugar que le serviría como base y refugio una vez que encontrara a su Bo-ge.

Sin esperar nada más, salió lo más rápido que sus cortas piernas le permitían.

Xiao Bo ingresó a la habitación en la que había dejado a su dormido hijo adoptivo, siendo seguido de cerca por el emperador actual, Xiao Yuandao

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Xiao Bo ingresó a la habitación en la que había dejado a su dormido hijo adoptivo, siendo seguido de cerca por el emperador actual, Xiao Yuandao.

Ambos hombres se acercaron hasta la cama, solo para notar que estaba vacía, sin un rastro del infante.

—Hijo, ¿dónde está mi nieto? —Miró expectante al otro, esperando que mágicamente pudiera responder a su pregunta— ¿No lo habíamos dejado aquí?

Xiao Bo salió del lugar en silencio en busca de los guardias que deberían de haber estado allí todo el tiempo, cuidando que nadie entrara y nadie saliera.

¿𝑪𝒖𝒍𝒕𝒊𝒗𝒂𝒅𝒐𝒓? [𝑾𝒂𝒏𝒈𝑿𝒊𝒂𝒏/𝑿𝒊𝒂𝒏𝑾𝒂𝒏𝒈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora