Lo Que Casi Nos Destruye©

Capítulo LIX. Perdón y adiós.

Evan se había ido a la habitación que Thían le asignó y cuando entro ahí estaba Roger.

— ¿Amor que sucede? —pregunto al ver la tristeza de su esposo.

— Discuti con Asbel —dijo al sentarse al borde se la cama.

— ¿Pero que paso? —dijo intrigado.

— Se va con Luke, se iran de San Diego y no regresaran.

— No pensé que fuera cierto —dijo Roger.

— Ni yo tampoco —concordó—, pero eso no es lo peor o lo que más duele, cuando nos peleamos recalcó el hecho de que estuvo solo desde niño y que aprendió a cuidarse solo desde entonces.

Roger sabía por qué camino iba esto. Así que se sentó a su lado y lo abrazó para consolarlo.

— Quizás esa no era su intención —intento alivianar las cosas.

— No importa cuál haya sido su intención, tiene razón en lo que dijo. No estuve para el en ninguna circunstancia, si tenía frío, no estuve para calentarlo, si estaba enfermo, no estaba para curarlo, si tenía algún problema, no estuve para ayudarlo y resolverlo.

Evan estaba realmente afectado.

— Tesoro Asbel sabe que no estabas ahí por culpa de Ester, no porque tu fueras de esos padres que no le interesan sus hijos. Tu das todo por tus hijos, les das tu tiempo, tu amor, literalmente todo.

— Si lo se, a Dylan y a Adrián les doy todo, pero a Asbel nunca le di nada de eso.

— Le diste tu amor, tu protección. Fuiste su salvación cuando estaba al borde del precipicio.

— Pero no compensa todos los años que estuve lejos —seguía terco en el pasado.

— Evan por favor, no vivas en el pasado, comprendo como te sientes pero viviendo en ese sentimiento; con esa culpa, solo seguirás lastimandote a ti mismo.

— Roger yo lo sé —dijo harto—, lo sé y lo comprendo pero mi papá interno no deja se echarse la culpa. Es algo inevitable.

— Debes hablar con Asbel de esto, quizás eso te ayuda a superarlo.

— Tal vez —dijo Evan.

— Mejor ve y date una ducha —dijo Roger oliendo a su esposo—. Que te hace falta —dijo bromeando cubriéndose la nariz.

— Así —dijo atrevido—, pero te encanta que huela así cuando lo hacemos —entonces Evan se río y abrazo a esposo con fuerza y se tumbaron en la cama—, Pero me iré a duchar, solo porque necesito relajarme un poco —dijo soltandolo.

Entonces se levantó y caminó hacia el baño.

— Cualquier cosa entras si —dijo antes de cerrar la puerta.

Pero estando adentro Evan se vio en el espejo y pensaba si es un buen padre, o al menos para Asbel.

Solamente suspiró y después comenzó a quitarse la ropa hasta quedar desnudo y así poder meterse bajo la regadera.

Mientras que en la habitación Roger se sentía mal, mal por Evan, no le gustaba ver a su esposo así de triste.

Pero entonces la puerta sonó y Roger fue a abrirla. Y cuando lo hizo ahí estaba Asbel.

— ¿Puedo hablar con papá? —pregunto.

— Se está bañando —respondió Roger—, pero debemos hablar.

Asbel sabía que era cierto pero también sabia que debía hablarlo con Evan no con Roger.

— Pero debo hablar primero con él.