Capítulo LXI. Encuentro

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La semana que tenían libre paso volando, en un abrir y cerrar de ojos se terminó.

Era lunes cuando Asbel se despertó, sabía que debía ir a la universidad. 1ro porque si lo aceptaron y ya entro a la facultad y todo, así que hoy empezaba al igual que Luke, Elías y claro Lucy.

Cuando el castaño abrió los ojos, se percató que era demasiado temprano era las cinco de mañana cuando sus clases empiezan a las siete.

Así que se levantó tomo algo de ropa y se metió al baño a tomar una ducha.

No tardó mucho y cuando salió Adam estaba esperando su turno para ducharse.

— Espero aún quedé agua caliente —dijo soñoliento el rubio mayor entrando al baño mientras Asbel salía.

El castaño solo camino hasta la habitación y al estar ahí puso la toalla a secar. Y a los pocos minutos apareció Elías. En pijama y cara de querer seguir durmiendo.

— En serio no pensé que este día llegaría —afirmó este tumbandose en la cama de su amigo.

— Vamos no creo que sea tan malo.

— Tu no conoces a tus catedráticos, los míos son una mierda —reprochó este.

— No exageres Elías quizás esta vez están más tranquilos.

— Ojalá —dijo cubriéndose con la almohada—, ¿sabes dónde está Adam?

— Si no estoy mal se sigue bañandose —respondió Asbel.

— Gracias, iré a meterme con el para aprovechar el agua caliente —dijo este pícaramente y saliendo de ahí.

Asbel solamente quiso borrar esas palabras de su amigo. Vio la hora y decidió ir a visitar a su novio quien ya estaba despierto y cambiado y parado frente a la ventana.

— ¿Luke que tienes? —preguntó Asbel caminando hacia el.

— Nada, es solo que se me hace rato ver tu casa y que ya no vivan ahí —contesto y entonces Asbel se asomó y miro lo que Luke miraba.

— Al menos los inquilinos están cuidando la casa —dijo Asbel—, y tienen un perro —dijo cuando vio un golden retriever.

— Es raro no verlos ahí, ya sabes en su hogar.

— Amor nuestro hogar siempre será con la familia, una casa es solo un lugar donde estar, un lugar donde estamos a salvó pero el verdadero hogar está con la familia.

— ¿Los extrañas? —preguntó Luke.

— Algo —dijo sincero—, pero al menos puedo hablar con ellos por videollamada. Pero vayamos a desayunar que si no nos agarra la tarde.

Asbel beso fugazmente a Luke y luego sale de ahí.

Cuando Asbel llego a la cocina la mamá del rubio ya estaba ahí.

— Buenos días —dijo Asbel cortez.

— Buenos días Asbel, ¿quieres huevos? —preguntó ella.

— Claro, muchas gracias agradeció, ¿la ayudo con algo? —preguntó Asbel.

— ¿Cocinas? —preguntó ella sorprendida.

— Si, mi padre me enseñó —respondió acercándose a la zona de trabajo.

— ¿Me ayudas con el tocino y haciendo más huevos en lo que me cambio para ir a trabajar? —preguntó ella.

— Claro yo la ayudo —dijo tomando las riendas de la cocina.

— Gracias —dijo ella besando su mejilla—, no tardó —dijo ella saliendo de la cocina rápidamente.

Lo Que Casi Nos Destruye©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora