Capítulo LV. Una decisión

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Los días avanzaban y todo parecía ir mejor. Luke se recuperaba a buen ritmo, Adrián y Dylan iban bien en la escuela y lo más importante no hay señales de Allan o de Josh.

Y eso era una tranquilidad para la familia.

Mientras que Asbel en todo este tiempo no a ido a la universidad, no porque no quiera sino porque se le a estado cruzando una idea por la cabeza y planea ejecutarla, aunque a veces duda si hacerlo.

Todo ese tiempo que no va a estudiar lo usa para trabajar. De camarero en un restaurante pero a válido la pena ya que es dinero extra.

Hoy era viernes y eran alrededor de las once cuando Evan llamó a su primogénito a su oficina.

— ¿Me llamabas papá? —pregunto Asbel al entrar y cerrar la puerta.

— Quice evitar el tema contigo porque ya eres todo un hombre que toma sus decisiones pero al ver que realmente no estás cumpliendo debía hablar contigo. Siéntate —dio como orden.

Asbel dudoso pero nervioso se sentó y observó a su padre.

— Y bien —dijo algo molesto—, no dirás algo.

— No se que quieres que te diga papá, no se de que me hablas —dijo tratando de evitar el tema que suponía.

— Encima de me mientes en la cara —dijo Evan serio—, ya se que no estás yendo a la universidad, ¿cuando planeabas decirme que la abandonaste?

Asbel se puso tenso.

— Papá juro que quería decirte simplemente no hallaba el momento indicado.

— Entonces nunca lo ibas hallar, porque tuve que enterarme por otros medios que no estabas yendo.

El castaño sólo se cruzó de brazos e hizo un bufo.

— No te comportes como un niño —recalcó Evan—, cruzandote de brazos y resoplando cual vaca. Quiero que me digas que está sucediendo contigo. ¿Es por Luke? —se atrevió a preguntar.

— No es por el —contesto—, simplemente ya no me siento a gusto en la universidad, además que me atrase bastante y los catedráticos dijeron claro y pelado que debo repetir el año. Entonces decidí trabajar para ganar dinero.

— ¿Asbel porque no te sientes a gusto es una buena universidad? —dijo Evan—, ¿es por ese chico Zack por el cual dejaste de ir y por eso tu atrasó?.

Asbel asintió ligeramente.

— Ya ocasione mucho daño a muchas personas, seguir yendo seria un recordatorio para el de lo que no pudo seguir.

— ¿Pero que hay de ti?, ¿tu futuro no es acaso importante? —recalco Evan acercándose a su hijo.

— Para mi futuro aún hay tiempo —dijo Asbel—, y ya estoy pensando estudiar en otro lado.

Entonces en eso entro Roger a la oficina de Evan y al verlos a los dos sabía que algo pasaba.

— ¿Interumpo? —pregunto sereno.

— No —contesto Asbel.

— De hecho me alegra que vinieras, debemos hablar con nuestro hijo —dijo Evan echándole miradas las cuales capto ya que miro al joven castaño.

Roger simplemente se sentó junto a su hijo.

— No me digas, ¿ahora que hiciste? —pregunto mirando a Asbel.

— Nada —dijo como niño inocente.

— Le dices tu o le digo yo —amenazó Evan serio.

Este solamente resoplo.

Lo Que Casi Nos Destruye©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora