Epílogo

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El día siguiente a la boda

Asbel y Luke se encontraban en la habitación estaban despiertos pero acostados en la cama. Sabiendo que había que desmontar todo lo de la boda.

— Oficialmente tu hermano y mi mejor amigo son esposos —comento el castaño.

— Si ya es oficial, tarde o temprano llegaré a ser tío —comentó Luke.

— Será tarde —respondió Asbel—, Elías me dijo que van a esperar que el salga de la universidad para tener hijos.

— ¿Tu qué piensas del matrimonio? —preguntó Luke drásticamente cambiando de tema.

— Que es algo en lo que no puedes dudar ni tomarlo como un juego., si realmente es la persona indicada cásate; de lo contrario no lo hagas. Porque la pregunta.

— Simple curiosidad —dijo el levantándose.

— ¿A dónde vas? —preguntó el castaño.

— Al baño —respondió.

Asbel se levantó de la cama y se estiró, sabía que hoy debían desmontar todo lo que armaron y sobretodo hablaría con Thían.

En eso salió Luke.

— ¿Quieres desayunar?

— Claro, ¿de la comida que sobró de la boda?.

— Uy si, la carne en esa salsa estaba riquísima iré a cocinar.

Luke salió de la habitación dejando al castaño solo. Pero este se quedó ordenando la habitación y cuando terminó se vistió.

Y una ves estaba listo bajo a la cocina, dónde ya estaba toda la familia.

— Buenos días a todos —saludo amable.

— Buenos días tesoro —dijo la madre de Luke.

— Buenos días Asbel —dijo el padre bebiendo de su café.

Asbel tomo haciento y entonces llegó Luke con el desayuno de ambos.

— Gracias amor —dijo Asbel recibiendo el plato.

— Bien, entonces tú te encargas de barrer adentro de la casa, ustedes dos del jardín y yo iré a dejar los regalos a la casa de los chicos —dijo la madre de Luke tomando su jugo de naranja.

— ¿Mamá sabes cuando regresan de su luna de miel?

— Dentro de tres semanas cariño —respondió ella.

— Bien así le pasó las tareas y los apuntes a Elías de la universidad.

— Si hijo está increíble que hagas eso pero hay algo que queremos hablar contigo —comento su padre llamando la atención del rubio.

— Con tu hermano fuera de la casa porque se irá a su propio hogar. Hablé con tu madre y aceptó que regresará a la casa.

— ¿Pero que hay de tu trabajo en Europa?

— Es solo un trabajo. No me quiero perder ningún momento de la familia. Además podré recuperar mi antiguo trabajo y establecerme aquí.

— Genial, entonces no veo problema que regreses —dijo Luke comiendo para evitar hablar.

Asbel noto eso pero decidió quedarse callado.

Cuando terminaron de desayunar Asbel recogió los trasto y dio las gracias. Luke hizo lo mismo y salió al patio. Asbel lo siguió.

— No deberías cambiarte primero, estas en pijama —recordó.

— Oug —se quejó—, hagamos esto de una vez si.

Lo Que Casi Nos Destruye©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora