Capítulo XXXV. El Primo de una Amiga

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El vuelo de los dos jóvenes fue algo extenso, pero lograron llegar a donde querían.

Y eso era San Diego.

Bajaron del avión y al estar en el aeropuerto pidieron un taxi, el cual les ayudó a subir las maletas y a llevarlos a la dirección donde vivía el tío de Lucybell.

En el camino luke estaba algo nervioso.  Vino hasta acá para ver Asbel y tratar de que lo perdoné, pero estaba consiente que no sería fácil.

— ¿En que piensas Luke? —dijo la amiga notando que su mejor amigo tenía la vista hacia el camino.

— Asbel —respondió—, lo quiero recuperar pero me mandara al carajo cuando me vea.

— Probablemente lo haga, pero esperemos que no.

— ¡Dios!, su padre si me ve me matara también —dijo preocupado cuando recordó a Evan.

— No te alteres antes de tiempo, primero debes averiguar dónde vive y en donde estudia.

— Si, tienes razón no me adelantare —respiró hondo para calmarse—, ¿oye y donde vive tu tío?

— Bueno vive en un penhouse en el centro de la ciudad —respondió ella—. Pero te advierto, mis primos son algo fastidiosos.

Media hora después llegaron a un tremendo edificio, muy moderno y muy lujoso también.

El taxi se detuvo, ellos se bajaron y por ende también sacaron sus equipajes.

Luke sacó dinero de su billetera y le pagó al hombre del taxi.

— Muchas gracias por traernos —agradeció el rubio.

— Gracias a usted por escogernos —dijo el taxista al subirse y retirarse de ahí.

Luke tomó su maleta y junto con Lucybell caminaron hacia entrada del edificio. Por educación Luke le abrió la puerta a su amiga.

— Gracias Luki —agradeció ella.

Después entró el y juntos se acercaron a la recepción.

— Buenos días caballero y señorita, ¿en que les puedo servirles? —dijo el chico que trabajaba ahí.

— Buanos días, Jason —dijo ella al leer la placa en el uniforme del chico—, Vengo al visitar a mi tío Héctor, podría decirle que ya vine.

— ¿Su tío es el que vive en el penhouse verdad? —dijo el escribiendo algo en la computadora.

— Si así es —dijo ella afirmando.

— Bien, tome elevador y presione el último botón —dio las indicaciones el chico quien no podía evitar mirar a Luke de ves en cuando.

Lucy camino hacia el elevador sin decirle nada al muchacho sin embargo Luke se las dio.

— Gracias y disculpala ella esta en proceso de un cambio —le sonrió y después se fue hacia donde estaba su amiga.

Las puertas se abrieron y ellos ingresaron.

— Oye pudiste ser más amable con el chico —aclaro su amigo—, al menos dar un gracias.

— Es su trabajo de igual forma —dicto ella.

— ¿Lucy que hablamos de cambiar? —dijiste que dejarías de ser así.

Ella suspuro algo irritada.

— Tienes razón, intentaré recordarlo entonces —las puertas se cerraron y empezaron a subir.

— Oye no sabia que tu tío fuera rico. ¿En que trabaja? —pregunto Luke intrigado.

— Es director o productor de cine no me acuerdo muy bien.

Lo Que Casi Nos Destruye©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora