Prefacio.

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Capítulo 0: Amor de infancia.

Mabel Hanson.

Les comento que últimamente un recuerdo ha estado invadiendo mi mente...

Esa tarde que iba transcurriendo como cualquier otra, cuando apenas tenía ocho años de edad. Salí a jugar con mi mejor amigo Bruno, y en el momento en que llegué a su casa, me encontré con su primo. Sinceramente no recuerdo su nombre, pero si me acuerdo perfectamente de nuestra inocente conversación.

—Ehh, hola —saludé apenada porque en el momento no tenía idea de quién se trataba, también debo admitir que su presencia hizo impacto en mi pequeño corazón. —¿Me podrías decir por favor, en dónde está Bruno? Vengo a dibujar un rato con él —pregunté con una sonrisa tierna, sosteniendo en mi mano derecha un pequeño bolso que tenía estampado el rostro de Clawdeen Wolf como decoración.

—Hola —él levantó su mirada, recuerdo el color miel que resaltaba en sus ojos. —Bruno fue por un poco de agua para ambos, yo soy su primo. —Ladeó su cabecita, como si pensara en decirme algo más —También me gustaría dibujar con ustedes, claro, si no es molestia. —Me dedicó una sonrisa mostrando sus dientes, de hecho hasta le faltaba uno.

Mi pequeño amigo me agradó a primera vista, y no dude en asentir indicándole que sí podría dibujar con nosotros, se veía un poco más grande, al final resultó tener tan solo un año más que Bruno y yo.

Portaba unos espectaculares ojos color miel, su cabello castaño claro, una sonrisa hermosa a pesar de su faltante diente y una voz tan dulce. Nunca había visto un niño tan lindo como él, la primera impresión que tuve fue muy buena. También sentí miedo porque las mariposas volaban dentro de mi estómago, y anteriormente nunca había sentido algo parecido.

Ese día mi mente fue condenada a nunca olvidar su mirada.

No solamente hacíamos dibujos, incluso veíamos películas, jugábamos al fútbol (a pesar de que no sabía, ni se nada sobre ese deporte) y después de la escuela pasábamos la mayoría del tiempo juntos.

Tristemente un año después de todos esos lindos momentos que vivimos juntos, el niño más bonito que había visto, se había marchado de mi vida.

Bruno me contó que su primo se mudó de ciudad. Lo que hirió mis sentimientos de niña, es que nunca se despidió, se suponía que éramos amigos. Y hasta el sol de hoy lo pienso más de lo que debería. Nunca volví a hablar de él con mi mejor amigo, pero me gustaría hacerlo.

Todas esas memorias regresaron de una manera más intensa, porque soñé con él y claramente me desperté con la curiosidad de encontrarlo de nuevo. No podía seguir con la incertidumbre de qué había sucedido con aquel chaval.

Sin dudar abrí unos de los álbumes que guarda mamá de cuando mis hermanos y yo éramos unos niños, y encontré una foto en dónde estábamos Bruno, el chico de la mirada inolvidable y yo, nuestros nombres estaban detrás "Bruno, Mabel, Eric" junto a una fecha remarcada "6 de abril". Creo que Eric me gustaba ¿Un amor de infancia quizás? Vuelvo y repito que si me dolió que no se despidiera de mí, pero por Dios, éramos tan solo unos niños.

Lo único que sé, es que el destino tiene planes para todos.

¿Es normal que una personita que estuvo presente solo en un año de mi vida, marcara tanto mi alma y yo siga condenada a recordarlo hasta ahora? Ya siendo una adolescente.

Juzguen ustedes.

Publicación de la historia: 1 de junio del 2021.

Siendo Adolescentes © [SIENDO #1| Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora