3- Matteo Wilson.

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Capítulo 3: Matteo Wilson.

Mabel Hanson.

Me relajé luego de un rato, intenté olvidar lo que había sucedido hace una hora con un poco más de alcohol; y al parecer funcionó porque empecé a divertirme, conversando con mis hermanos y sus amigos.

Liam Green en particular.

—¿Ya me dirás lo que te pasa? —intentó una vez más.

—Ya te dije que estoy bien, gracias por preocuparte.

Puede sonar triste, pero yo no tengo muchos amigos, solamente son Bruno (o bueno, era) su hermana Danna, y tal vez Matteo, se puede decir que él es amigo de los hermanos Hanson.

—No insistiré más —Liam se encogió de hombros, —Al parecer alguien quiere hablarte. —sonrió y señaló detrás de mí.

Volteé y me encontré con Matteo.

—Mabel, quieres... Eh ¿bailar conmigo?

Quedé asombrada por su propuesta, solo pude asentir con la cabeza. Me tomó de la mano y comenzamos a bailar. Soy yo, o ¿Matteo está algo nervioso?

Sí, está nervioso. Y que esté nervioso me da mucha ternura.

Tres canciones después me empecé a sentir terriblemente mal, las náuseas se apoderaron de mí, y mi vista se nubló por completo. Sólo podía apreciar a un Matteo distorsionado.

—Mab ¿estás bien?

—Sinceramente, no —respondí.

—Ven, te llevaré a un lugar más cómodo, —recorrimos la sala, nunca dejó de sostenerme, hasta que llegamos a una habitación.

Sentí una punzada en la parte derecha de mi cabeza, tenía muchísimas ganas de vomitar.

—Puedes acostarte —me ayudó a sentarme sobre la cama. No dudé en hacer lo que él me permitió, acostarme.

—Quédate aquí, Mabel, voy por un café para que se te pase un poco la resaca —avisó el chico preocupado.

—Está bien Matteo, muchísimas gracias —no sé porque razón me dio risa lo que me dijo.

Mis orejas estaban muy calientes, y eso solo significaba una cosa, que si en mi sistema entraba una cerveza más, me perdían por completo.

El rubio salió en un brinco de la habitación, me acomodé un poco en la cama.

Desde mi posición (y sin mareo) pude observar con detenimiento la pieza en dónde yo estaba. Yacían un montón de cómics y posters de campeonatos de fútbol, medallas y trofeos, las paredes eran color azul rey, seguramente era la habitación de Wilson.

Una notificación se escuchó y desbloqueé mi celular. Entré a WhatsApp y había un mensaje de un número desconocido.

Desconocido:

Gracias por alejarte de MI novio, Mabel.

Mabel Hanson:

¿Quién eres?

Desconocido:

¿De verdad no lo sabes? idiota.

Mabel Hanson:

No tengo idea de quién eres o qué quieres.

Desconocido:

Soy Pamela diah, es mejor que te quedes como estas, alejada de él.

Siendo Adolescentes © [SIENDO #1| Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora