Capítulo 42: Siete minutos en el paraíso.
Mabel Hanson.
—¿Por qué ponen la cara como si hubieran visto un fantasma? —Preguntó Pamela riéndose. —¿No se alegran de verme?
La fiesta en casa de Alicia apenas estaba comenzando, y todos quedamos boquiabiertos con la llegada de Pamela, ya que se suponía que estaba en un centro de rehabilitación, al menos yo pensé que su estadía sería más larga en aquel lugar.
Durante la mañana no se presento al colegio, de seguro alguien sabía que la darían de alta, si no ¿cómo sabría de la fiesta?
—Por supuesto que nos alegra verte Pam, —respondió Maggie. —Mejor toma asiento porque ya les tengo la actividad de la noche, —anunció sonriendo —Esta noche jugaremos: siete minutos en el paraíso. Puede que algunos sepan en qué consiste el juego, pero para los que no, les expli...
—Yo no voy a jugar —interrumpió Manuel, dándole una calada a su cigarrillo. —Me quiero ir.
—Que aburrido eres primo —, bufó Maddison golpeando suavemente su hombro.
—En éste sombrero hay un papelito con el nombre de cada uno de nosotros, —Maggie señaló el sombrero ignorando por completo a su hermano. —En el momento que a uno de ustedes les toque sacar un nombre, deberán ir a la habitación con esa persona —sonrió. —Y pueden hacer lo que quieran, sea hombre o mujer, es solo un juego. Ahora ¿quién comienza?
—Deberías iniciar tú, —propuso Liam desde su asiento.
—Bueno, está bien —Maggie revolvió los papelitos y sacó uno, al abrirlo levantó su ceja y dejó salir una carcajada. —Pamela, amiga.
—Aprovechemos para ponernos al día, —Pamela se levantó de su puesto y fue directamente con Maggie. —Ustedes, midan el tiempo.
Ambas entraron a la habitación que yacía justo frente al recibidor. Y en lo que a las chicas se les acababa el tiempo, nosotros comíamos bocadillos.
Se nos hizo inevitable no escuchar las risas de ambas, al parecer lo de ponerse al día era cierto.
Siete minutos después.
—¡Chicas, su tiempo acabó! —Ander tocó la puerta.
—Ahí vamos —Pamela abrió la puerta. —¡Por Dios Ander¡ No me había fijado en los guapo que eres, —acto seguido ella le robó un beso corto, mientras las mejillas de él estaban coloradas.
Maggie salió detrás con una sonrisa estampada.
—Bueno ¿quién será la siguiente víctima? —La pelirroja cogió el sombrero nuevamente. —Eric, ven acá, te ves como aburrido.
—No, no gracias —Eric se negaba a pasar.
—Anda, tranquilo, es solo un simple juego —le dije.
Él se levanto, metió la mano en el sombrero y sacó el pequeño trozo de papel.
—Maddison Sanz, —levantó la mirada.
No podía negar los celos espantosos que sentí, ellos habían pasado toda la tarde juntos. Sin embargo me sentí egoísta, porque yo también pasé el día con Sam, Ander y Bruni.
—Bueno Eric, vamos —ella caminó hasta la puerta.
Ellos entraron a la habitación oscura, nadie dijo nada, yo solo apreté mis puños intentando quitarme todo mal pensamiento de la mente.
Observé a Pamela, ella estaba toda tensa, quizás también los celos la atacaron. Pero agradezco al cielo que no hizo un escándalo.
Siete minutos después.
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Siendo Adolescentes © [SIENDO #1| Completa✓]
Teen FictionPrimer libro de la trilogía SIENDO. "Hay personas, que a pesar de que se amen con toda su alma, su destino no es estar juntos". La vida puede ser complicada, y mucho más cuando te ves envuelto en una guerra tanto absurda como peligrosa... Cuando la...