Siendo Adolescentes © [SIENDO #1| Completa✓]

2- Deberíamos alejarnos.

Capítulo 2: Deberíamos alejarnos.

Mabel Hanson.

Como cosa extraña me desperté con muchísima hambre, tomé la decisión de preparar el desayuno, me tocaba ayudar a mis hermanos. Bajé por las escaleras y recorrí la sala hasta llegar a la cocina.

Apenas puse un pie en el espacio ya mencionado, noté que toda mi familia estaba alrededor de la mesa, con la comida ya servida.

Quedé perpleja debido a que teníamos bastante tiempo sin desayunar juntos.

¿Qué es esto, la familia feliz? Lo dudo mucho.

—Buenos días hija ¿Qué tal dormiste? —preguntó mi papá, mientras revisaba algunos documentos y tenía una taza de café agarrada con su mano izquierda.

—Buenos días papá, yo, ehh ¿Qué están haciendo aquí? —me iba a atragantar si no hacía la pregunta.

—Hoy no teníamos ninguna reunión temprano y, pensamos que sería una buena idea desayunar con ustedes —explicó mamá —En un rato nos vamos hija, siéntate a desayunar.

—Ah, se me hacía raro que no tuvieran que ir a la empresa —dije con ironía —Gracias mamá, —obedecí sentándome y agradecí por el desayuno.

Con las manos cogí el tenedor para devorar el desayuno que estaba servido en mi lugar de la mesa, mientras mis padres platicaban de la empresa y mis hermanos sobre una fiesta que irían en la noche.

Jade (mi madre) recogió los trastes y se ofreció a lavarlos. Yo subí a mí habitación para buscar mi teléfono, al encontrarlo, abrí el chat de WhatsApp que tengo con Bruno y escribí un "hola" luego lo borré.

Finalmente escribí el saludo y lo envié.

Vampirita:

Hola ¿Cómo estás? ¿Salimos hoy?

Bruni:

Hola Vam, estoy bien ¿Y tú?

Hoy he quedado con Pamela, lo lamento...

Vampirita:

No hay problema, avísame cuando tengas algún tiempo libre.

Bruni:

No te molestes:(

Vampirita:

No estoy molesta, Bruno.

Me tengo que ir, hablamos luego.

Bruni:

Muy bien, Mabel.

Suerte.

Debía admitir que si estaba un poquito molesta y también que estaba siendo egoísta, pero me frustraba demasiado la actitud que Bruno estaba tomando.

***

—¿Qué tal? —dije al llegar a la cocina.

Había dormido toda la mañana y parte de la tarde, la ansiedad de comer un postre me estaba matando. Y por esa razón estaba de nuevo en la cocina.

—¿Qué planes tiene la señorita para el día hoy? —preguntó Mariano con entusiasmo, tanto que ni me dejó contestar y prosiguió. —Quiero que vengas con Mariana y conmigo a una fiesta. Ya vas a iniciar el noveno grado de preparatoria y tienes que salir de casa, hermana.