26- Una bonita pareja.

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Capítulo 26: Una bonita pareja.

Eric Makri.

Me encontraba en el café del centro, el cual siempre frecuento, esperando a Pamela para proponerle ser mi novia.

Una decisión extrema.

Le compré una cadena de plata, par de aretes, y recién le había ordenado al mesero un trozo de pastel que tenga un mensaje: "quieres ser mi novia", para mí un helado de fresa con chocolate.

Lo sé, es algo ridículo, pero nada puedo hacer.

Frente a las personas ya Pamela y yo éramos novios, los novios más felices, y en realidad las cosas no eran así.

La esperanza de tener una relación con Mabel se esfumó, y a pesar de eso quiero mantener al enemigo cerca y descubrir cuál es su plan.

Nadie me quita de la cabeza que hay algo más profundo en éstos problemas.

El mesero me sacó de la profundidad de mis pensamientos. Ya nos conocíamos, yo solía ir casi que a diario a esa cafetería.

—Eric ¿traigo el pastel cuando llegue la señorita? —preguntó él.

—Sí, por favor —sonreí y asentí con la cabeza.

—De acuerdo, yo quedo pendiente —se fue alejando.

—Muchas gracias.

Después de más o menos cinco minutos, podía apreciar a lo lejos la brillante cabellera rubia de Pamela acercándose.

La chica llegó hasta la mesa y me dio un beso rápido.

—Amor ¿cómo estás?

—Bien Pam ¿y tú?

—Bien ¿por qué hoy no fuiste al colegio? No creo que estés bien.

El chico se acercó con la orden en su mano, colocó el trozo de pastel sobre la mesa

—Que lo disfrutes, —ella solo lo miró, y él se alejó.

Pamela es una maleducada.

—Por eso, —señalé el pastel —Y por esto —puse en la mesa lo que le había comprado.

Ella se quedó observando plato, y el obsequio. Tenía expresión de ¿felicidad?

Cambió su mirada para quedarse fija en mis ojos, y me empecé a sentir nervioso. Por un segundo me asustó la forma en que me observaba, de repente se levantó y me abrazó.

—Sí ¡si quiero ser tu novia! —gritó mientras me abrazaba y me daba pequeños besos por todo el rostro.

Yo la abracé y le di un beso en la cabeza.

Una persona nos interrumpió, imposible olvidar su voz, y a partir de ese momento también se me haría imposible olvidar su expresión.

Sus ojos cansados, y una sonrisa fingida. ¿Ella estaría decepcionada de mí?

—Entonces, ya son novios oficiales —nos cortó Mabel.

—Como lo pudiste notar —le respondí en un tono seco.

—¡Sí Mabel! Mira el pastel que me compró, y la cadena, los aretes ¿no es hermoso? —la observó a ella entusiasmada, no se notaba que lo estaba haciendo con maldad, o para molestarla.

Quizás su emoción fue muy sincera.

—Si Pamela, es muy hermoso el detalle de su parte —levantó solo un lado de sus labios formando una sonrisa ladina, —Hacen bonita pareja.

En el momento que dijo "hacen bonita pareja" me sentí muy mal, yo sí quiero mucho a Miller, pero lo nuestro no puede ser. Ella no quiere estar conmigo, y no la puedo obligar a nada.

Mabel Hanson.

Claro que me sentí triste en el momento, vi al chico que me gusta celebrando su noviazgo con otra chica. Pero no tenía derecho a reclamar, ni a opinar.

Yo rechacé su propuesta. Igual no quería recibir las migajas de su tiempo, no lo veía justo.

—Deberías quedarte a celebrar con nosotros, amiga —me propuso Pamela.

¿Amiga? ¿Desde cuándo Pamela y yo éramos amigas?

Jamás me quedaría, de por sí ya la situación era incómoda, imagínense si me quedaba.

—No tranquila gracias, voy apurada, solo me detuve a saludar, —me negué.

—Anda Mabel, solo un ratito —siguió insistiendo.

Mentiría si digo que vi un rastro de mala intención al invitarme, pero no era así.

—Pamela ya escuchaste que no puede —la regaño Eric.

—Bueno pero algún día tenemos que celebrar —se rindió Pamela con una sonrisa.

—Está bien, adiós —me despedí haciendo una seña con la mano.

Soy una idiota.

Pamela fue la única que se despidió de mí. No sé qué pasó por mi cabeza cuando me acerqué.

Es que tengo que estar demente de verdad, no pensé antes de actuar. Simplemente he debido seguir con mi camino, y no quedarme merodeando.

Ya era más que clara la decisión de olvidarme de Eric, concentrarme en mis estudios, el equipo de porristas, y mi próxima carrera universitaria.

Iba de camino a encontrarme con Sam y Ander, para conversar un rato y pasar la tarde juntos.

Sam iba bien con mi hermano, llevaban algo de dos semanas saliendo y me alegra mucho, porque se ven muy lindos juntos. El gran problema es que Maggie suele reclamarle cosas a mi hermano, como si ella no hubiese desaparecido por dos años. Sin embargo él decidió pasar la página e intentar tener una relación estable con Samantha.

Ander y Mariana también se la llevan bien, aunque mi hermana no lo quería ilusionar mucho, porque pronto se iría a estudiar a los Estados Unidos por los primeros tres años. Y luego terminará la carrera de diseño aquí es Móstoles.

Iba en camino a la heladería del oeste de la ciudad, en cuanto recibí una llamada era Ander y contesté.

—Ander, ya voy en camino, no voy tarde, me dijiste a las cuatro y media, son las cuatro —me excuse de una vez.

—Mabel, es mejor que vengas al hospital central —dijo el chico con voz de preocupación.

—¿Qué pasó?

Me asusté, mi estómago se revolvió al escuchar la palabra hospital.

¿Por qué iría al Hospital? Una desgracia tuvo que pasar.

—Sam... —Fue lo único que dijo.

—¿Qué le pasó? —alcé a través del celular para que me contara.

—Creo que era una mujer, pasó por la heladería en un auto, cuando se bajó le disparó, y una señora me ayudó a traerla, —su voz se empezó a quebrar —Ya le avisé a sus padres pero ni están en el país, ha perdido mucha sangre, solo nos tiene a nosotros —comenzó a llorar —Ven rápido, por favor.

Mi corazón empezó a latir rápidamente, pensé lo peor y aún no entendía nada ¿por qué le dispararon? Según Ander, fue mujer fue quien lo hizo.

Tomé un taxi y mientras iba camino al hospital llamé a Mariano, pero no contestaba.

Intenté una vez más y por fin contestó.

—Estaba terminando el entrenamiento, lo siento ¿qué paso? —se disculpó.

—Ven al hospital central, le dispararon a Sam y sus padres no están, nos necesita. —Más que un aviso, sonó como una orden de mi parte.

—¿A Samantha? —preguntó incrédulo. —Voy saliendo ¿es lo único que sabes?

—No sé nada más, nos vemos allá.

Siendo Adolescentes © [SIENDO #1| Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora